El Torneo De Nuestro Destino (AILU)

Capítulo 20: Un Encuentro Decisivo

Mientras Lucía seguía buscando a Aida por todo el edificio y no  la encontró , su mente estaba llena de confusión y preocupación. La provocativa sesión de fotos con Laura había cruzado una línea, y la relación entre ellas estaba en una encrucijada. No sabía cómo resolver la situación, pero estaba decidida a encontrar a Aida y hablar con ella.

Las palabras de la canción que había estado resonando en su mente durante la búsqueda de Aida cobraron un significado especial. Lucía sabía que había sentido algo especial desde el primer día en que vio a Aida, una conexión única que iba más allá de la amistad. Pero ahora, en medio de la tensión y la confusión, se daba cuenta de que lo que sentía por Aida era más profundo de lo que había imaginado.

Finalmente, Lucía encontró a Aida en un rincón tranquilo del parque donde se veía el atardecer . La mirada de Aida reflejaba la angustia y la frustración que ambas sentían. Aida levantó la vista y se encontró con la mirada preocupada de Lucía.

Lo siento, Aidi dijo Lucía con voz suave. No debí permitir que la sesión de fotos llegara a ese punto. Fue inapropiado, y me siento incómoda por ello. Laura cruzó una línea, y no quiero que eso afecte nuestra relación.

Aida suspiró y miró a Lucía con ojos llenos de emoción. "Lu, lo que más me duele es que parecías dispuesta a aceptar la provocación de Laura. Estaba furiosa y sentí que no podía soportarlo. Pero también sé que necesitamos hablar y aclarar las cosas.

Lucía asintió con determinación. Tienes razón, Aidi. No quiero que esto afecte lo que compartimos. Nuestra amistad es invaluable para mí, y también lo que siento por ti.

Aida se sintió conmovida por las palabras de Lucía. "Lu, no quiero perderte, pero también necesito saber que puedo confiar en ti por completo. No quiero que nadie más se interponga entre nosotras.

Lucía tomó la mano de Aida y miró profundamente a sus ojos. Aida, te prometo que protegeré nuestra relación y no permitiré que nadie más se interponga entre nosotras. No quiero perderte, y estoy dispuesta a hacer todo lo necesario para demostrarlo.

Aida sonrió suavemente y asintió. Lucía, yo también estoy dispuesta a luchar por nosotros. Quiero aprender a quererte, como dice la canción, y a extrañarte. Sigamos adelante juntas.

Las dos mujeres se abrazaron, sintiendo que habían superado un obstáculo importante en su relación. Sabían que había desafíos por delante, pero estaban decididas a enfrentarlos juntas, con amor y comprensión. La canción que había resonado en sus mentes se había convertido en su himno personal, recordándoles el valor de lo que compartían. El camino no sería fácil, pero estaban dispuestas a recorrerlo juntas.