Capítulo 5: Accidentalmente quemé la escuela

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Capítulo 5: Accidentalmente quemé la escuela

DIONISIO

Llegué después de la cita decepcionado de no haber conseguido sexo, usualmente tenía estas citas a ciegas para conocer mujeres y pasarla bien, pero primera vez que una mujer me proponía algo así de disparatado.

Casarnos, tener un bebé y darme mucho dinero.

Aunque realmente no estaba mal económicamente, quería empezar mi propia empresa de repuestos para autos, algo moderno, un buen sitio donde yo fuera el dueño y no solo un socio de mi hermano.

Es decir, estaba bien ser gerente de una de sus muchas empresas, le agradecía su hospitalidad para conmigo, pero quería tener algo mío, dejar de depender de un salario.

Pero, bueno, ella pareció molestarle mi sinceridad, ¿para qué me hacía preguntas como esas si quería que le mintiera? O bueno, tal vez me excedí con lo de follarme a su madre.

Como sea, ya no había contrato.

Mi hija Emiliana llegó acomodando su peluca, se había rapado todo el cabello en un ataque de rebeldía y ahora usaba pelucas de cabello oscuro y corto, el olor a alcohol me invadió la nariz cuando se acercó a mí pareciendo culpable.

La miré, parecía traer muy malas noticias porque de otra forma solo hubiera seguido corriendo a su habitación con la esperanza de que no la reprendiera por oler a alcohol.

—Papá —empezó a decir, sus manos temblaban.

Me levanté.

—¿Que ocurrió?

Ella me miró tragando pesadamente saliva, sus ojos aguados.

—Quemé accidentalmente la escuela...

La miré por casi una eternidad asimilando lo que acababa de decirme.

—¿Qué tu qué?¿Pero como se quema accidentalmente una escuela? —dije alterándome.

—Es que estaba con los muchachos, y... empezamos a encender cohetes.

Llevé las manos a mi cabeza dando una vuelta y luego volví a mirarla enojado.

—Es tu último año ¿Por qué decidiste que era buena idea quemar la escuela?

Ella negó con la cabeza mordiendose el labio inferior y dijo:

—El punto es, que la policia nos estaba persiguiendo y atrapó a uno de nosotros, no van a tardar en venir.

Al decir eso, sonó el timbre.

Palidecí sabiendo que esto era jodidamente grave.

La policia entrevistó a mi hija y me impusieron una multa por un valor absurdamente alto por daños públicos, no solo a mí, sino a todos los padres de los involucrados en ese acto de vandalismo que de paso todos los chicos eran menores de edad. Solo esperé a que se fueran para decirle muy enojado a Emiliana que empezara a buscar trabajo, pero era imposible conseguir toda esa suma así trabajara todas las semanas sin dormir por más de 10 años, tampoco sumando mi salario era posible.

Estábamos jodidos.

Caminé alrededor de la sala sin saber qué hacer, pedirle un prestamo a mi hermano mayor que de hecho era mi jefe era una idea, pero él aun no salía del coma tras su accidente...

Piensa, piensa...

Miré la hoja que me había dado Mildred, la loca de la cita, aquí estaba su firma y este era un contrato.

La luz me iluminó, era un contrato vigente y ella tenía la obligación de cumplirlo porque ambos firmamos.

Sonreí y tomé mi teléfono llamando a un amigo que era abogado, era mi unica opción para salir de esto.

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Dos capítulos, recuerda comentar y recomendar :D

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