Capítulo 32: Pasión en la piscina

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#Maratón

Capítulo 32: Pasión en la piscina

Mildred Halt

Acaricié la dureza de su pantalón escuchando su respiración acelerarse, mi cuerpo enteramente caliente queriendo más, sintiéndome osada, sintiéndome posesiva. Metí la mano dentro de su pantalón tocando su miembro completamente caliente y palpitante, esto era mío, estaba así por mí.

Oye, oye —murmuró Dionisio relamiendo sus labios—, tus padres.

—No van a escucharnos aquí. —le aseguré, mi madre y mi padre habían subido a su habitación y tras todo el día de hoy de seguro que ya estarían durmiendo cansados, así que teníamos mucha privacidad.

—¿Quién eres y qué hiciste con la antigua Mildred? —bromeó.

Shh... —susurré mientras seguía moviendo mi mano por todo su miembro, me incliné y lo besé deseando que me hiciera suya ahora, no me importaba todo lo que le había dicho antes ni tragarme mis palabras o mi orgullo, lo necesitaba. Sin embargo, él parecía resistirse.

Ceresita —murmuró sobre mi boca—, prometí no tocarte a menos que tú me lo pidieras.

Me mordí los labios deseando que olvidara esas palabras que le dijey lo miré fijamente a los ojos cuando murmuré:

—Tócame, por favor...

Vi el atisbo de una leve sonrisa en sus labios antes de inclinarse hacia mí y me besó, primero suave, pero seguidamente empezó a volverse desenfrenado, salvaje, y profundo, su lengua jugando con la mía casi sin dejarme respirar, pero no me importaba, se sentía tan delicioso y excitante que no quería que parara. Una de sus manos bajó hasta estar dentro de mis bragas, empezando a tocarme en la cima de mi clítoris en leves círculos. Sentí el calor subir a mi rostro y al resto de mi cuerpo; inundándome en una placentera sensación de placer que empezaba a manifestarse en mi vientre.

No quería que parara, quería más.

Ahogó mis jadeos en su boca cuando empecé a mover mis caderas siguiendo el movimiento de sus dedos. Sentía que estaba a nada de caer en el abismo, rompí el beso y mordí su hombro cuando ya no podía más, y todo mi cuerpo se estremeció en un profundo orgasmo que me hizo estar en el cielo por algunos segundos.

Su boca besó nuevamente la mía antes de separarse a besar mi cuello mientras sentía como echaba mis bragas a un lado y la punta de su miembro rozó mi entrada, me tensé ante la anticipación y me mordí mis labios, sin embargo él preguntó con voz ronca:

—¿Quieres esto?

—Sí. —solté.

La punta merodeaba hacia arriba y hacia abajo mandando toda mi piel a estremecerse y moví las caderas hacia adelante, sin embargo él se echó hacia atrás riéndose entre dientes.

—¿Qué tanto lo quieres? —preguntó evidentemente haciéndome estar al borde de mi paciencia tentándome mientras seguía moviendo la punta por mi entrada.

—Joder —jadee—, te deseo ahora, demasiado.

Cuando mi mirada cruzó con la suya oscurecida, me mordí los labios.

—Por favor. —susurré sabiendo que se estaba vengando posiblemente por lo de esta mañana o por todos los días anteriores donde fui odiosa con él.

—Sí —murmuró—, creo que ya rogaste lo suficiente.

Fruncí el ceño abriendo la boca para decirle algo al respeto cuando de repente entró en mí, llenándome por completo haciendo que soltara un pequeño grito al sentirlo otra vez, recordando lo intimo que se sentía tenerlo nuevamente así dentro de mí, y entonces empezó a moverse primero suave, sus jadeos mezclándose con los míos, la tenue luz que nos iluminaba haciendo visible la silueta de nuestras pieles, el agua a nuestro alrededor haciendo un débil chapoteo cada vez más intenso cuando Dionisio empezó a mover más rápido las caderas contra mí, sus labios en mi cuello, sus manos aferrando mis caderas, sentía que me iba a deshacer.

—Mierda... —jadee sintiendo que mi vientre empezaba a contraerse creando nuevamente mi orgasmo.

—¿Te gusta? —preguntó Dionisio a mi oido sin dejar de clavarse dentro de mí cada vez más fuerte.

Sentía que me iba a romper en miles de pedazos aquí en la piscina.

—Sí, joder ¡me encanta! —dije mientras aferraba mis uñas a su espalda, su boca continuó besando la piel de mi cuello erizando mi piel, en un momento alcé la vista hacia la ventana de arriba de la casa sintiendo que alguien me observaba, y me congelé por medio segundo cuando reconocí que se trataba de Angélica viéndonos a través del vidrio, aún a la distancia podía diferenciar su ceño fruncido y la molestia en su rostro. Sonreí con malicia y pasé la lengua por la oreja de Dionisio y abrí más la boca jadeando fuerte, Angélica se apartó de la ventana y entonces miré nuevamente a Dionisio cuando me besó y el inminente orgasmo me barrió por completo, él no tardó nada en seguirme descargándose dentro de mí en un gruñido varonil.

Sí creo que este era el otro lado de mí, uno osado, uno posesivo, uno que por primera vez me hacía sentir celosa y amada, este hombre era mío y solo mío.

No iba a compartir.

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Hoy maratón :D pero debes votar ¿okey? por cada capítulo y comentar o me pondré triste. :c

Amor por 4 meses (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora