Capítulo 11: Los recuerdos de una mala primera vez
Lo miré sin comprender de qué hablaba hasta que sentí como desabrochó los laterales de mis bragas de encaje y las echaba a un lado dejándome completamente desnuda de la cintura para abajo, sentí el calor cubrir mi rostro sin saber qué tramaba esa mirada de picardía. Sus ojos estaban fijos en los míos mientras su mano se deslizaba dentro de mis labios inferiores lentamente, estaba tan húmeda que sentía que tenía una piscina ahí debajo.
—Perfecta —susurró y entonces comenzó a bajar la cabeza.
—¿A donde... Vas? —susurré pero mi voz se ahogó cuando me abrió las piernas y su cara se metió en medio de ellas, ahora no era su mano, era su boca, su lengua y sus labios moviéndose como todo un profesional.
Me aguanté de las sábanas a mi alrededor y ahogué un jadeo, había empezado fuerte, justo en el punto donde me gustaba, apreté los ojos, mi novia nunca había ido a ese lugar... Basta, ¿qué hacía pensando en mi novia ahora?
Intenté quitarla de mi cabeza, pero ella empezó a rondarla, a todos los momentos que vivimos juntas, a cuando ella estaba conmigo y ahora...
La estaba traicionando.
No, no podía más.
—Dionisio —dije tocándole la cabeza, él se detuvo alzando la cabeza—, no, no hagas eso.
—¿No te gusta?
—Sí, pero...
Volvió a meter la cabeza entre mis piernas y olvidé, lo que estaba diciendo poniendo mis ojos en blanco, mientra, él seguía moviendo la lengua, y luego lo acompañó con sus dedos, haciendo que moviera la cadera de un lado a otro, hasta que mi mente se puso completamente en blanco.
Ya nada importaba cuando mi piel caliente se llenó de un intenso cosquilleo en mi primer orgasmo.
Jadee recuperando el aliento cuando Dionisio se acomodó entre mis piernas con una sonrisa de satisfacción, aun mis ojos estaban entrecerrados cuando me soltó el sostén dejando mis pechos libres; ahora estaba completamente desnuda ante él. Dionisio amplió sus ojos mirando mis pechos, sabía que eran grandes, pero yo no tenía tenía tanto culo, una cosa compensaba la otra, creo.
—Que bendición —susurró—, nuestro hijo va a comer bien.
—¿Qué?
Sin responderme, metió mis pechos a su boca una por uno, jugando con el pezón, mientras se acomodaba entre mis piernas, me tapé la cara con una almohada sabiendo lo que venía, cerré los ojos.
Su miembro rozando mi entrada, su boca en mis pezones, este era mi punto de excitación máxima, se suponía que era así, pero entre más me apretaba la almohada a la cara más empezaba a sofocarme, los recuerdos empezaron a invadirme la mente, viniendo... él.
Esa persona que tanto quería olvidar.
Sus manos, su sonrisa asquerosa, su risa perturbadora.
No podía respirar.
Ahogué un jadeo y entonces me quité la almohada de la cara buscando aire, el pánico invadiendome al sentir que aún así mis pulmones se rehusaban a tomar aire, Dionisio sobre mí a pesar de que no retenía su peso sobre mí, sentía que me asfixiaba.
Lo empujé bruscamente a un lado y entonces corrí lejos de la cama, pero tropecé con la sabana cayendo directo al suelo en ruido seco.
Él riendose, él sobre mí.
Me quebré y ahí en el suelo, empecé a llorar.
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:c ¿pero qué le pasa a nuestra pequeña Ceresita? pronto lo sabremos, recuerda votar, comentar y recomendar :D
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Amor por 4 meses (Completa)
RomanceMildred tiene un problema. Necesita dinero, y es heredera de una gran fortuna que solo podrá cobrar cuando tenga un hijo, sin embargo es difícil para ella porque sus gustos son pues... No le gustan los hombres. Sin embargo arregla una cita a ciegas...