Capítulo 31: Celos, Parte II

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#minimaratón

Capítulo 31: Celos, Parte II

Dionisio Parker

La prima de Mildred; Angélica, se me estaba ofreciendo en bandeja de plata, coqueteándome descaradamente, mirándome más de lo necesario, y dejando en claro sus intenciones de que andaba al pendiente de mí, además de ir de un lado a otro con un traje de baño que no dejaba nada a la imaginación. Sí tenía buen cuerpo, era bonita y estaba muy fácil, sin embargo, sabía que a Mildred no le gustaría en lo absoluto que me metiera con su prima; la cual había dejado muy en claro que detestaba, además, yo le había dejado muy en claro que no me follaría a nadie de esta casa que no fuera a ella.

Y siendo sincero, Angélica no me provocaba tanto como lo hacía Mildred, la imagen de ella en la cama completamente desnuda con su cabello rojo cayendo alrededor de ella y sus mejillas sonrojadas, su boca ligeramente abierta y sus ojos azules mirándome con deseo me hacían sentir como el pantalón se me tensaba otra vez.

Me moría de ganas de tenerla en mi cama otra vez, y metiéndome con su prima arruinaría cualquier posibilidad.

—Ya estamos listo por hoy —dijo el señor Halt—, ¿qué tal si entramos?

Lo ayudé a guardar las cosas y él entró a la casa, limpié un poco mis manos con mi camisa deseando bañarme y cambiarme mientras subía las escaleras a la casa, sin embargo me frené en seco cuando Angelica me interceptó.

Apreté los labios y di un paso atrás al ver como relamió sus labios y me sonrió.

—Hey ¿terminaste? —preguntó Angelica.

Las alarmas se me encendieron al ver esa mirada donde decía en letras mayúsculas la palabra "fóllame".

—Sí, voy a bañarme —murmuré dando un paso atrás para separarme de ella de repente sintiéndome algo nervioso temiendo que ella fuera capaz de saltarme encima.

Ella dio otro paso hacia mí y me tomó de la muñeca.

—Vamos a bañarnos en la piscina, así te refrescas —propuso.

Que difícil era esto.

Cuando estaba soltero nunca decía que no, mucho menos a alguien que fuera tan atractiva como Angélica y que supiera ser tan atrevida como para conseguir lo que quería, sin embargo, a pesar de que seguía soltero, ahora tenía un importante compromiso que no me podía permitir romper, más allá de nuestro trato por el dinero, era el respeto que le tenía a Mildred y lo que le prometí.

—No, lo siento —dije y me solté de su agarre, su sonrisa se borró.

—¿Por qué? —preguntó buscando alguna respuesta en mi cara.

Abrí la boca para responder cuando de repente, la puerta se abrió y mis ojos quedaron atrapados ante la mujer que había acabado de salir.

Mildred salió vistiendo un traje de baño rojo que se amoldaba perfecto a las curvas de su cuerpo y me dejó con la boca abierta al ver el atrevido escote de sus grandes pechos y ese hilo que resaltaba aún más culo.

Tragué pesadamente cuando se detuvo a un lado de mí y me tomó la mano diciendo:

—¿Nos bañamos, amor?

Tardé solo un segundo en enterarme que a mí era al que llamaba amor. Me mordí los labios y ni siquiera dudé cuando la seguí como un maldito zombi dejando a Angélica ahí quién no tuvo más opción que darse la vuelta e irse. Sentí que la polla se me endureció tanto que tuve que sentarme a la orilla de la piscina, Mildred dio la vuelta hacia las escaleras descendiendo lentamente ante las luces que iluminaban su piel pálida y su cabello rojo, parecía una diosa. Se metió al agua y nadó hasta mí apareciendo, el agua le corría por el rostro y el cabello de manera muy sexy, mientras con una leve sonrisa colocaba los brazos en mis piernas, no podía dejar de mirar esos preciosos ojos azules.

—¿Te bañarás así? —preguntó—, quítate la camisa, te hace falta un baño.
Sus manos subieron a mi camisa sucia y empezó a quitármela, estaba tan anonadado de su repentino cambio de actitud amable, seductor y su coqueteo descarado que me la quité y apenas me quité el teléfono del bolsillo para meterme con ella.

El agua estaba tibia y sentí como me refrescaba. Mildred se acercó a mí y envolvió sus brazos alrededor de mi cuello pegando su pecho al mío, podía sentir sus pezones duros rozarme y casi dejé de respirar cuando envolvió sus piernas alrededor de mis caderas presionando directamente mi erección.

—Joder... —susurré.

—¿Qué pasa? —preguntó como si fuera inocente de todo lo que hacía y me sonrió.

—Que debo de haberme metido a un sueño —admití—, tenerte así en una piscina me dan miles de ideas.

Ella se movió un poco sobre mi erección haciéndome ser muy consciente de que solo unas prendas nos separaban, Mildred no apartaba la mirada de mí y se acercó de modo que su nariz rozó la mía de manera seductora, tentandome a besarla.

Ceresita, ¿Quieres matarme?

—Quiero que dejes de mirarla a ella —murmuró— y quiero ubicarla en que eres mio.

Alcé ambas cejas por lo que acababa de decirme.

—¿Soy tuyo? —pregunté.

—Es decir —noté como sus mejillas se sonrojaron—, estando aquí, sí, me perteneces solo a mí.

Me incliné hacia ella y rocé con mi boca su oreja sintiéndola estremecerse.

—Me causaste una erección del tamaño de una montaña. —susurré.

—Puedo sentirlo —respondió y jadeó cuando mordí el lóbulo de su oreja sintiendo como temblaba junto a mi—, pero Angélica no iba a salirse con la suya.

—Eres mala —le dije—, pero me gusta este lado tuyo.

Mi boca bajó a su cuello y empecé repartirle leves besos por su piel, podía percibir su respiración acelerarse.

—¿De mala? —preguntó con voz ligeramente ronca.

—De celosa y posesiva —aseguré, ella se arqueó contra mí y entonces la voltee de modo que la tuve contra la pared de la piscina sin escapatoria.

Ah... —escuché que jadeó y fue suficiente para cruzar mi límite.

—Cerecita —dije buscando su mirada—, si no quieres que te folle aquí mismo en la piscina tendrás que separarte de mí.

Uhm —murmuró—, ¿te molesta tenerme cerca?

—No —repliqué rozando su nariz con la mía—, me encanta y ese es el problema. Pero prometí no tocarte hasta que me lo pidieras.

Ella me miró fijamente por lo que me pareció una eternidad antes de acortar la distancia y su boca chocó con la mía mientras una de sus manos bajaba descaradamente a la bragueta de mi pantalón.

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Tenía que venir la prima de Mildred para que ella se pusiera así de posesiva con nuestro querido Dionisio jajaajajaj ¡pronto nuevos capítulos! ¡besos! intentaré subir muchos capítulos este fin de semana largo.

Instagram: Ysarisareinamoo

Amor por 4 meses (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora