Capítulo 48: La casa del hermano mayor de los Parker

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Capítulo 48: La casa del hermano mayor de los Parker

Aún no me acostumbraba a que me llamara "su esposa", sonaba tan extraño, pero a la vez, me gustaba que lo hiciera.

Me reí porque pensé que era un chiste, pero luego me di cuenta de que no era así, cuando él no se rió y la mujer a su lado me examinó de arriba a abajo como solo haría una mujer que marca su territorio, lo que quería decir que no era un chiste.

—¿Tu qué? —repetí pestañeando un par de veces sin comprender— pero... ¿cuando te casaste?

—Hace varias semanas. —respondió, en su mirada se notaba algo de gracia por mi reacción, pero, algo me decía que no me estaba mintiendo.

—No te creo. —dijo Nube y seguidamente me miró con los ojos ampliados— ¿eso es cierto?

Le sonreí y afirmé con la cabeza, era muy bonito la manera en la que su barriga sobresalía de su vestido, me preguntaba si me vería así de bien al tener todos esos meses.

—Sí. —dije mostrándole mi mano donde estaba mi anillo, eran de plata, Dionisio nos los había comprado para la boda improvisada.

—¡Cállate el hocico! —expresó ella tan fuerte que me sobresalté—, ¡es mentira!

No comprendía si ella bromeaba o era parte de su actitud ser así de... expresiva o, si me acusaba de mentir.

—No, ¿por qué te mentiría? ¿acaso crees que soy mentirosa? —pregunté en broma pero con algo de duda.

—No, nada que ver, solo bromeo, me alegro por ustedes —dijo Nube—, es solo que fue una sorpresa, se casaron sin decirle a nadie...

Sus ojos bajaron sin nada de disimulo a mi barriga y supe que andaba uniendo cabos sueltos.

—¿Qué te puedo decir? —dijo Dionisio—, cuando te enamoras, estás decidido.

Ella afirmó con la cabeza y me dijo:

—Un placer.

Entramos manos y entramos a la casa, sin embargo se quedó hablando un poco más con Dionisio, yo me quedé mirando la casa y me sorprendí al ver el cuadro principal que estaba en la sala, era imposible no verlo y sentir un poco de melancolía. Dionisio me tomó por la espalda baja y le sonreí al mismo tiempo que nos volteábamos hacia la anfitriona, un hombre muy alto se le acercó, ella pareció un poco nerviosa de repente.

—Él es Florian, un amigo. —dijo Nube.

La cara de su amigo se contrajo pareciendo dolido porque lo llamó "amigo".

—Su casi esposo —dijo el tal Florian—, solo que me rechazó.

Oh vaya, no sabía si era una broma o si era cierto.

Miré a Dionisio parecía ligeramente enojado, así que me imaginaba que hablaba en serio.

—Un placer —le dijo Dionisio acercándose a él sin disimular ni un poco lo molesto que estaba—, ¿Y Hades? ¿Dónde está?

—Viene en camino. —dijo Nube levemente nerviosa.

Algo que sabía era que Dionisio era muy celoso con todas las personas que amaba y su hermano Hades no era la excepción.

—Siempre se la pasa ocupado —comentó Florian como si quisiera de alguna manera dejar en vergüenza a Nube o insinuara que era el amante.

Nube parecía querer que se la tragara la tierra.

No quería estar en sus zapatos de esa situación incómoda.

—Pasen al patio, todo está listo atrás mientras se preparan los padres de la criatura —intervino una mujer, creo que era la madre de Nube era idéntica a ella solo que con el cabello rubio.

Nos dirigimos hacia el patio aún algo confusos por los comentarios de Florian. Dionisio estaba susurrándome que quién era ese idiota y que quién se creía, si no lo conociera lo suficiente, pensaría que él estaba enamorado de Nube, pero creo que en realidad estaba celoso por Hades.

El enorme perro corría de un lugar a otro y me saltó encima lamiéndome la cara, lo acaricié riéndome, de seguro que olía a mi perro en mí, Dionisio me lo quitó de encima y tomamos asiento, el patio era enorme. Estaba asombrada por esta lujosa casa.

Mi telefono vibró en mi pantalón, lo tomé y vi que era Tiara otra vez, joder sentía que debía de ponerle un punto final a esto y ya.

—¿Que ocurre? —preguntó Dionisio cuando me vio levantarme.

—Dame un momento. —respondí y me aparté a un lado para contestar: — ¿Qué pasa?

Ella se mantuvo en silencio por un momento, como si no se hubiera esperado que yo le hubiera contestado.

—¿Por qué me ignoras? —preguntó— ¡e intentado hablarte por semanas!

—Vale, ya te contesté —dije—, ¿qué quieres?

—Quería hablarte de Angélica.

—No me interesa saber de ella. —repliqué.

—De igual forma quería que te enteraras que parece obsesionada contigo, cuando me habló de Dionisio y tú, me enseñó muchas cosas de él y fotos de sus hijos.

—¿De sus hijos?

—Parecía tener una colección completa de fotos de su hijo menor, no me acuerdo de su nombre... pero no parecía tener buenas intenciones. —murmuró.

Fruncí el ceño.

¿Por qué tendría fotos del hijo secuestrado de Dionisio?

Amor por 4 meses (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora