Capítulo 7: No sé si te estoy perdiendo

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Actualización 1/2

Capítulo 7: No sé si te estoy perdiendo

—¿Llevas todo lo que necesitas? —decía mi novia Tiara al teléfono, la tenía en altavoz mientras acomodaba mi maleta metiendo todo lo necesario.

—Sí, amor —murmuré metiendo la lencería que había comprado roja, blanca, negra, tres mudas de ropa, maquillaje, jabón vaginal, perfume, afeitadora, no sabía porqué me preocupaba tanto por este fin de semana si se suponía era un trato de los dos, pero no quería que fuera traumático, quería al menos oler bien y estar cómoda, sabía que eso era importante para la concepción del bebé.

—Sabes que no me agrada que vayas a donde tu abuela —murmuró Tiara—, siempre llegas llenas de picadas de mosquitos y con 10 kilos de más.

Obviamente no le había dicho a Tiara que iba a irme con un hombre el fin de semana, sino que le dije que iba a ir a donde mi abuela, ella no podía enterarse de esto. Pero cuando viera al bebé ya en brazos con el cabello oscuro como ella y ojos avellanas y la cantidad de dinero, estaba segura de que lo amaría y no haría tantas preguntas.

O al menos eso esperaba, claro, era una idea disparatada pero ya me había montado en el barco y no podía bajarme o me ahogaría en el mar.

—Tranquila amor —dije—, compré repelente para mosquitos.

—Siento que no he podido verte desde hace casi un mes —se disculpó—, pero te juro que el trabajo es atosigante.

Ella trabajaba como asesora de viajes.

—Me imagino...

—Han habido tantas migraciones que siempre amenazan con multarnos diciéndonos que es nuestra culpa.

—Ya, pero no es su culpa...

—Obvio —suspiró— espero poder ir el próximo fin de semana a visitarte al menos unos días.

—Tranquila —dije metiendo una toallitas aromatizantes—, sabes que mi amor por ti es el mismo.

No iba a mentir, sí me afectaba antes, en nuestros primeros años de relación donde esto de la distancia era un obstáculo y sentía que me iba a morir por no verla cada semana, pero ahora, era necesaria esa distancia, ahora que iba a tener este bebé; un bebé que estaba segura salvaría nuestra relación porque por fin podríamos vivir juntas como una familia feliz.

—Oye. —dijo Tiara, parecía ligeramente dudosa.

—Dime —murmuré mirando qué otra cosa podía meter a la maleta.

¡Ah! Lubricante... uno nunca sabe, además estando con un hombre, de seguro que no lograría mojarme ni un poco, solo esperaba que no me doliera, aunque puede que él me atrajera algo por su físico, pero dudaba que fuera suficiente.

—¿Por qué ya no me haces drama? —preguntó Tiara.

Pestañee un par de veces y me detuve por un momento.

—¿Extrañas que te haga drama? —pregunté sin comprender.

—Pues —escuché algo de duda en su voz—, antes cuando no te veía un fin de semana te ponías a llorar...

Mordí mi labio inferior, claro, eso era muy cierto, me afectaba cuando me ignoraba o cuando ponía como prioridad otras cosas antes que a mí, solo que... a la larga de vivir lo mismo empezó a doler menos, y me resigné a darle su espacio.

—¿Quieres que llore? —pregunté.

—No —se rió un poco—, pero no sé si esto es una brecha entre nosotras, no sé si te estoy perdiendo...

—No me estás perdiendo. —dije terminando de acomodar las cosas en la maleta.

—¿Segura?

Pues, de hecho esto lo hago por nosotras...

—Sí, solo estoy más tranquila, he conseguido un trabajo extra —Mentí—, y espero que esto nos ayude mucho a las dos.

—¿Otro trabajo? No me habías contado.

—Ha sido muy reciente.

—¿Y como qué? —indagó.

—De psicóloga para alguien famoso, pero firmé un acuerdo de confidencialidad y no puedo hablar de él —inventé—, ya sabes como son esas cosas...

Quería que supiera que iba a tener buen dinero pronto solo que aun no podía darle detalles de nada de esto, esperaba que no le afectara mis acciones, después de todo, quería estar a su altura, poder vivir juntas y tener mucho dinero para no sentirme inútil o como una carga para ella.

—¡Que genial! ¿Brad Pitt? —bromeó.

—Te dije que no puedo decirte —me reí un poco intentando ocultar mi nerviosismo.

En ese momento me llegó un mensaje de Dionisio.

Dionisio:En 10 minutos llego.

—Ay, Dios mio —susurré sintiendo que el corazón se me detuvo por medio segundo.

—¿Qué ocurre?

—No, es que... se me olvidó mi, mi... regalo para mi abuela en el banco, tendré que ir mañana a ver si sigue ahí.

—Mañana es sábado, está cerrado.

—Verdad, lo daré por perdido. —inventé.

En 10 minutos llegaría para cometer esta locura.

—Vaaale, tengo que colgar —dijo Tiara—, ya mi descanso terminó.

—Vale, adiós.

—Te amo. —dijo.

—Yo a ti.

Colgamos.

Suspiré y pasé una mano por mi cabello, ¿estaba mal que no me sintiera mal por lo que iba a hacer? Es decir, si lo veía desde otro punto de vista, esto era algo que nos iba a beneficiar a las dos, por nuestro futuro, solo... que ella no debía enterarse, de lo contrarío la perdería.

Me miré en el espejo, maquillaje discreto, lencería debajo del vestido vinotinto, sabía que era importante que me deseara, provocarlo un poco, así todo se haría más fácil ¿o tal vez me pasé? No quería que notara que me esforcé en verme bien por él porque no fue así...

...¿Cierto?

Joder ¿A quien engañaba? Lo hice por él y por mis nervios frenéticos al imaginarme en el peor de los casos donde él me viera poco apetecible y no se le parara, mandando todo nuestro plan al caño.

—Calma, calma, será rápido, solo un fin de semana. —me hablé a mi misma sin entender porqué el corazón se me saldría por la boca.

Mi teléfono sonó cuando le llegó un mensaje, me sobresalté y lo tomé rápidamente.

Dionisio: Estoy aquí, preciosa.

Oh, joder... salté en mi lugar histérica por lo que iba a hacer hoy, sentía que me orinaría, me llevé una mano al pecho, ni sabía como me encontraba ¿emocionada? ¿miedosa? ¿curiosa? Creo que todas las anteriores.

Era el momento de ir a cumplir mi contrato, tomé una profunda respiración y respondí:

Mildred: Voy bajando.

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Hoy dos capítulos, pero recuerda comentar y votar :D

Amor por 4 meses (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora