Capítulo 18: Visita incómoda
—Ya voy, dame unos minutos —respondí sintiendo que mis piernas temblaban, colgué sin darle posibilidad de replicarme. Me vestí con mis bragas y un sostén seguidamente me coloqué el vestido vinotinto con el que había venido y me calcé rápido los zapatos.
—¿Ya te vas? —preguntó Dionisio.
—Mi novia está afuera de mi departamento —solté agitada sin mirarlo.
—Déjame llevarte —propuso noté que se había puesto unos bóxer.
—¡No! —dije rápidamente— te puede ver y lo último que quiero es que te vea.
Ella era muy astuta, Tiara era de las que analizaba la situación, a las personas y luego sacaba conclusiones sorprendentemente acertadas, ella era peligrosa, temía que me viera en el rostro lo que ocultaba; que había pasado toda la noche con un hombre.
¿Me perdonaría si lo llegaba a saber?
No, de seguro que no.
—Te pediré un uber —propuso Dionisio alzando el teléfono.
—No, no, tomaré un taxi de calle —dije levantándome y agarrando mi maleta—, adiós, gracias...
Sabía que era una pobre despedida desesperada comparando a todo lo que hicimos anoche, pero no podía seguir perdiendo el tiempo para darle un beso o un abrazo, solo tenía en la cabeza desaparecer y aparecer en mi apartamento.
—Llámame... —escuché que dijo pero cerré rápido y fui al ascensor.
Joder con Tiara, a veces era la persona más indiferente desapareciéndose del mapa y luego otras veces se aparecía frente a mi puerta diciendo que era una sorpresa.
Salí rápido con mi maleta a la calle y tomé el primer taxi que se me atravesó, por supuesto me cobró un ojo de la cara, pero al menos me llevó con rapidez a mi casa.
Me bajé con torpeza sacando mi maleta y corrí, cuando subí a mi piso, ahí estaba Tiara, en el pasillo con los brazos cruzados, y una mueca en los labios.
—¡Hola, amor! —dije nerviosa buscando las llaves y empecé a abrir la puerta—, que sorpresa, que hayas venidos, uhm, eso que hayas venido... aquí, hoy, justamente...
No podía dejar de hablar como si fuera vomito saliendo de mi garganta sin ningún tipo de control.
Entramos y dejé la maleta a un lado quitándome los zapatos, ella se quitó la chaqueta que llevaba para colgarla en el perchero, revelando sus jeans y franela de tirantes junto con sus botas, se quitó el sombrero dejándolo también guindado; siempre Tiara tuvo un estilo bohemio.
—Hey —dijo ella siguiéndome hacia la cocina, yo estaba limpiando los platos que había dejado sucios desde que me fui; que horror—, ¿tú que hacías en un vestido?
Intentaba controlar mis nervios, pero solo caminaba de un lado a otro arreglando todo solo para que no me viera la cara y notara que le ocultaba algo, ni siquiera podía respirar.
—¿Tú que haces aquí de improvisto? —repliqué intentando que mi tono estresado no me delatara.
Ella se detuvo en la encimera, con la mirada fija en mí.
—Te extrañaba. —soltó.
¿Esa era su excusa para aparecerse así de sorpresa y poner mi día patas arriba? Si lo que tenía era remordimiento entonces era un mal día para volver. Joder, me sentía terrible, se suponía que la que había fallado aquí era yo, no ella.
—Ahm.
—¿Tú no me extrañabas? —preguntó.
Me detuve de lo que hacía por un segundo, estaba demasiado acelerada.
—Eh, si, claro que sí, te... te extrañaba mucho. —susurré y me atreví a mirarla con una sonrisa— ¿Comiste?
—No —admitió—, pensé en que podíamos hacer algo de comer.
Sonrió, esa sonrisa que me parecía tan encantadora y familiar brillando en su rostro, tenía que recordar que esta era la mujer que amaba, era la que tenía mi corazón, ¿entonces por qué me sentía molesta? De seguro que solo podía recordar tanto tiempo de ausencia y siendo sincera, se alejó tanto que me había acostumbrado a estar sin ella.
—Claro, ¿huevos revueltos? —propuse.
—Está bien. —sonrió.
—Vale, déjame cambiarme de ropa —dije porque de seguro esta olía a Dionisio—, puedes poner la tv para ver las noticias o lo que quieras, mi casa es tu casa.
Salí de la cocina a mi habitación y me cambié de ropa rápidamente, pero apenas me miré en el espejo vi que se me veían unos chupones alrededor de mi piel de mi cuello, mierda. Maldito y seductor Dionisio. Me cambié a una camisa de cuello alto y salí, Tiara estaba viendo la tv con las noticias de hoy, le bajó volumen al percibir mi presencia y entonces volteó sus ojos marrones claros de tigre hacia mí con escrutinio.
—Quiero que me respondas algo —dijo Tiara—, y hazlo con sinceridad.
—Uhm, claro —dije enfocándome en sacar los huevos de la nevera.
—¿Dónde estuviste anoche?
Me congelé.
.
.
.
.
.
.
*****************************
Hoy dos capítulos, pero recuerda votar :D
ESTÁS LEYENDO
Amor por 4 meses (Completa)
RomanceMildred tiene un problema. Necesita dinero, y es heredera de una gran fortuna que solo podrá cobrar cuando tenga un hijo, sin embargo es difícil para ella porque sus gustos son pues... No le gustan los hombres. Sin embargo arregla una cita a ciegas...