Capítulo 43: ¿relación abierta?

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Capítulo 43: ¿relación abierta?

No habíamos cruzado ninguna palabra, nuestros cuerpos solos hablaban.

Él guió su miembro a mi entrada y entonces yo descendí lentamente por toda su longitud, sus ojos avellanas me observaban mientras apretaba los dientes hasta que bajé todo lo que pude acoplándome y entonces, empecé a moverme, arriba y abajo, saltando encima de él, mis pechos rebotándole en el rostro y no dudó en metérselos a la boca, mientras yo seguía moviéndome sobre él, nuestro jadeos mezclándose pero intentaba morderme los labios sabiendo muy bien que su hija estaba en la otra habitación.

Sus manos en mi trasero; apretándome, siguiendo mis movimientos, mi vientre empezando a construir su segundo orgasmo mientras me empezaba a mover en círculos sintiendo que mis piernas empezaban a temblar, no podía más, sentía que no podía moverme más, Dionisio me alzó y me tumbó de espaldas a la cama empezando a empujar las caderas sobre mí, mis bajos tacones clavándose en su espalda, su boca sobre la mía silenciando mis jadeos cada vez más intensos hasta que la liberación me arrebató de sobre manera y me vine sintiendo que alma se me despegaba del cuerpo, Dionisio se estremeció y entonces acabó dentro de mí jadeante, ambos ligeramente sudorosos, abrazos en el cama completamente desnudos.

Luego de un momento nos quedamos acostados uno al lado del otro, él pasó su mano por un costado de mi rostro, entreabrí los ojos observando los suyos avellana, sus labios con una leve sonrisa cuando murmuró:

—Eres hermosa, Mildred.

Hice una leve mueca en mi boca y dije:

—No soy Mildred.

—Ah ¿no? —repitió Dionisio frunciendo levemente el ceño sin comprender.

—No —dije—, para ti, soy ceresita.

Claro, no comprendí nunca por qué él decidió llamarme así tal vez era por el tono de mi cabello, pero, cuando dejó de hacerlo, lo extrañé de sobremanera.

Él estiró sus labios en una amplia sonrisa, sus hoyuelos marcándose. Me mordí los labios y quise morderme la lengua, sin embargo, la pregunta salió de mi boca:

—¿Estuviste con otras mujeres el tiempo que estuvimos separados?

Dionisio se quedó por un momento pensativo, sus ojos analizando mi rostro cuando contestó:

—No, no pude —admitió—, no tenía ánimos ni de conocer personas para pasar la noche como antes, desde que te fuiste, fue como si simplemente ya nada tuviera sentido.

Su mirada parecía sincera y sí, le creía.

— ¿Y tú? —continuó— ¿estuviste con Tiara?

Podía ver cierto dolor en su mirada y con temor de saber la respuesta de su pregunta.

—No, no nos hemos visto —respondí— y sinceramente yo tampoco pude olvidarte.

La verdad era que pensar en estar con Tiara ya hacía que me doliera la cabeza, no me provocaba ni mucho menos me daba ni un poco de la paz que sentía ahora.

—Me parece molesto que sigas con ella —soltó Dionisio pareciendo de repente serio—, porque eso quiere decir que yo también puedo salir con otras.

Sentí un fuerte nudo en la garganta al escucharlo decir eso.

—Si quieres... —susurré.

—¿Si quiero? —alzó una ceja— ¿Eres la misma que me dejó de hablar por semanas porque su prima me besó a mí?

Ahora que lo pensaba él tenía razón, se suponía que era un acuerdo, pero, pensar en que estuviera con otra mujer me enojaba.

—Supongo que si yo lo hago tú también puedes si es lo que quieres —susurré sintiendo mis palabras como clavos en mi garganta.

Dionisio apretó los labios y se apartó de mí sin decir nada, solo se levantó y entró al baño de la habitación, sentí mis ojos cristalizarse.

¿Por qué tenía que convencerme que esto era lo mejor? ¿por qué me auto saboteaba alejándolo de mí si lo que quería era tenerlo cerca?

Tenía una guerra interna entre la vieja yo y entre lo que me había convertido.

¿Dejar que él cambiara mi vida? ¿salir de mi zona de confort y arriesgarme a estar con él?

Mi mirada fue a su teléfono en la mesa de noche cuando sonó en una llamada, cuando acabó le llegó un mensaje, ¿qué podía ser tan urgente?, me acerqué por curiosidad y vi la previa del mensaje sintiendo que la sangre abandonaba mi cuerpo.

Geny: ¿Nos vemos hoy, guapo? Ando caliente.

Amor por 4 meses (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora