Amor por 4 meses (Completa)

Capítulo 21: Juan Mecánico

Capítulo 21: Juan Mecánico

MILDRED HALT

La mañana siguiente abrí los ojos y lo primero que mis ojos vieron fue a mi novia Tiara en pijama frente a mí, con mi teléfono en la mano y una mueca de desagrado.

Los recuerdos de anoche vinieron a mi cabeza, y rebobiné cada cosa que hice, joder, el chat con Dionisio, las fotos, ¿las había logrado ver?

—¿Qué haces? —pregunté apreciando mi voz ronca, sintiendo que me quedaba sin aliento.

Ella me mostró la pantalla de mi teléfono que para mi alivio le estaba pidiendo contraseña.

—¿Le pusiste contraseña? —cuestionó.

—Como todo teléfono normal —respondí y fruncí el ceño—, ¿para qué quieres ver mi teléfono?

Su mirada desafiante cambió a una más vergonzosa.

—Quiero buscar algo. —se limitó a decir.

¿Quería buscar algo? Eso sonaba a que quería averiguar y ver si le ocultaba cosas.

—Uhm...

—Desbloquéalo. —pidió.

—No. —respondí, en otras circunstancias antes de ayer lo hubiera hecho, pero hoy no, no podía o se daría cuenta de los chats con Dionisio y todo nuestro plan.

Ella era la mujer que amaba, era la mujer que no quería perder, pero ¿por qué de repente me sentía tan distante con ella? Como si en vez de acercarme más a ella porque el plan para nuestro futuro estaba saliendo como esperaba... me sentía más indiferente y lejana.

—¿Por qué? —cuestionó.

Creo que fue la primera vez que entendí que podía perderla para siempre.

—¿Que quieres ver, amor? —pregunté sentándome en la cama y pasé una mano por mi cara— ¿acaso no confías en mí?

Ella se mordió el labio inferior, conocía esa cara, era una de temor y desconfianza.

—Estás diferente —me echó en cara—¿cómo esperas que confíe en ti?

—¿Diferente por qué? —pregunté sin comprender— ¿Porque no me la paso rogándote amor ni atención como antes? Creo que hemos madurado en la relación nada más...

Ella negó con la cabeza, ella sabía que había algo más, tenía que convencerla de lo contrario.

—No lo sé...

—¿Acaso disfrutabas de que yo estuviera detrás de ti todo el tiempo? —dije intentando darle algo de lástima— ¿Es eso? Disfrutabas tenerme llorando y rogando... pero he madurado, para que nuestra relación funcione.

La verdad sí me sentía diferente desde anoche, sentía que había cambiado.

—No es eso, joder —dijo Tiara negando con la cabeza—, ¡anoche ni siquiera me tocaste!

Pestañee un par de veces, ella tenía razón, siempre era la que tocaba, la que acariciaba y todo eso... joder, que mala mentirosa era.

—Pudiste hacerlo tú si querías hacerlo —dije encogiéndome de hombros—, ¿por qué siempre tengo que iniciar yo? O ¿por qué siempre tengo que ser la cariñosa? Simplemente me cansé de tomar siempre la iniciativa, Tiara.

Ella entrecerró los ojos sin creerme todo este cuestionamiento.

—¿Hay alguien más? —preguntó, su mirada fija en la mía.

—No, te lo juro que no. —admití, porque Dionisio no significaba nada para mí, solo era un negocio donde ambos estábamos involucrados.

Ella se inclinó y me besó, me eché hacia atrás en la cama y ella se subió sobre mí convirtiendo el beso en algo más profundo, sin embargo no me sentía del todo cómoda, no me había cepillado los dientes, además de que no me sentía... excitada ni un poco tras la discusión, ni con nada de calentura, ni con ganas de jugar, no había fuego... para mi suerte ella rompió el beso y me abrazo, yo le acaricie el cabello.