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Laura avanzaba a paso lento por aquella escuela, observando detenidamente el lugar

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Laura avanzaba a paso lento por aquella escuela, observando detenidamente el lugar. No era desagradable, hasta cierto punto era lindo, pero el día gris le daba un aspecto algo lúgubre y vacío. Pero eso no le impidió sonreír y avanzar un poco más rápido a lo que sería su nuevo salón. Su mochila se azotaba un poco contra su espalda puesto a que iba saltando. Algunas chicas la observan con burla o asco, pero por fortuna, la inocente niña de ocho años no se dió cuenta de aquello.

Se detuvo frente a su salón de clases pero no había nadie adentro. Vio la hora y se percató de que aún era muy temprano, así que dejó su mochila de princesas en el pasillo y caminó hacia los baños. Iba entretenida viendo los muros que estaban decorados con dibujos o algunas fotos que se hallaban también colgadas. No fue hasta que sintió algo duro contra ella que se detuvo para tambalearse hacia atrás mientras se sostenía la frente para sobarla.

Alzó la vista un poco y asustada cruzó miradas con un chico que era mucho más alto que ella. Éste soltó un gruñido potente y observó detrás de él a la maldita niña que había chocado contra él. ¿es que acaso no se fijaba por dónde iba?

—Idiota. —siseó el chico de cabello oscuro mientras empujaba a la pequeña niña con fuerza.

Laura cayó al suelo en un brusco movimiento y observó asustada al chico. No supo por qué preocuparse más: por la palabrota que le había dicho o porque la empujó.

—Perdón —se excusó Laura con sus mejillas rojas. —No te miré.

—¿No me miraste? —el chico la observó tan fríamente que a Laura se le heló la sangre.

—No —la pequeña se levantó torpemente del suelo. —¡Lo siento, te juro que no te mire!

El la barrió de pies a cabeza haciendo una mueca de desagrado poco después.

—Para empezar, ¿qué hace aquí una maldita niña de cuatro años?

Laura abrió el doble de sus ojos.

—N-no está bien decir malas palabras. —murmuró en voz baja.

Ahogó un grito cuando fue empujada violentamente contra el suelo una vez más.

𝐈𝐍𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐓 || 𝐌𝐢𝐠𝐮𝐞𝐥 𝐎'𝐡𝐚𝐫𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora