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—¿Laura? —llamaron suavemente

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—¿Laura? —llamaron suavemente.

Escuché la voz lejana, dentro de mis sueños. Me removí suavemente al sentir una mano en mi hombro y sobar suavemente para despertarme. Abrí los ojos poco a poco, cegada por la luz, antes de reincorporarme lentamente tallándome los ojos.

Tuve que parpadear repetidas veces al ver a Miguel sentado en el borde de mi cama con una sonrisa que no me dio buena espina. Observé el entorno confundida antes de clavarle la mirada mientras me cubría más con las blancas sábanas de mi cama.

—¿C-cómo entraste? —pregunté un poco asustada. ¿Qué mierda hacía Miguel O'Hara en mi cuarto?

—Tu madre me conoce, no fue tan complicado que me dejara entrar —sonrió mientras se acercaba a mí y quitaba unos mechones de cabello de mi rostro. Sentí un escalofrío ante su contacto. —Además, ¿por qué faltaría en este día tan especial para ti?

Abrí mis ojos completamente asombrada y lo observé fijamente. ¿Cómo lo sabía? ¡Yo jamás se lo había dicho, hasta donde recuerdo! No, seguro me estaba jugando una broma y era una coincidencia o alguien le había dicho. ¿Claudia? Quizás se enteró por Peter.

—¿Día especial? —pregunté para confirmar mis sospechas.

—Sí —él finalmente dejó de tocarme. —Feliz cumpleaños, Laura.

Me mantuve en otro largo silencio mientras aguantaba la respiración. Una sonrisa se dibujó en sus labios mientras yo bajaba la mirada viendo mis manos.

—Así que lo sabes... —susurré.

—¡Claro! —él sonrió suavemente. —¿Quieres un poco de pastel? Está en la cocina, después podemos irnos juntos al instituto, no te preocupes.

Esperen... ¿Qué?

No pude siquiera pronunciar una palabra porque Miguel ya me había jalado fuera de la cama, tomándome del brazo y tirando de él para guiarme por los pasillos.

Conforme sentía su calor ir llenando mi cuerpo esto me resultaba cada vez más extraño. Miguel no actuaba así, él... él no era esa clase de persona dulce que iría a despertarte para tu cumpleaños. Algo iba mal.

𝐈𝐍𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐓 || 𝐌𝐢𝐠𝐮𝐞𝐥 𝐎'𝐡𝐚𝐫𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora