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Laura POV

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Laura POV

El sol se coló por toda la habitación, abrazando con un calor sofocante el ambiente la habitación. Muerdo mis labios y mis ojos recorren la habitación con terror al ver la ropa tirada y la cama hecha un completo desastre, apenas puedo cubrir mi desnudo cuerpo con la esquina de la fina sábana blanca. Observo la terraza observando el mar a lo lejos, abriéndose como un manto azul perdiéndose lejos, muy lejos.

Finalmente tomo al valor suficiente para voltear al centro de la cama. Un escalofrío me recorre al ver a Miguel profundamente dormido cerca de mí, las manos hundidas debajo del blanco cojín y su cabello cayéndole en descontrol por todo la cara. Recorro suavemente su cuerpo, observando también su hermosa desnudez que provoca nada más ni nada menos que me sonroje.

Aviento la sábana y me levanto tambaleándome un poco mientras trato de coger el equilibrio de nuevo. Avanzo en completo silencio hasta el baño donde cierro la puerta y me apoyo en ella sintiendo mi respiración pesada.

—Mierda... —jadeo al sentir un dolor punzante rodeando mi cadera.

Avanzo al lavabo y lleno mis manos de agua antes de llevarlas a mi rostro y lavarme perfectamente. Cierro los ojos y tomo la toalla para limpiarme, dejando el objeto justo a la altura de mi nariz mientras abro mis ojos con horror y estupefacción.

—Oh... joder... —las palabras se deslizan suavemente por mis labios conforme recorro mi cuerpo.

Sé que podría ser peor, pero no puedo evitar impresionarme. Tengo algunos moretones color morado en los hombros, algunos rasguños cerca de mis brazos y unas rojizas manchas cerca de la zona de mi cuello y recorriendo mí pecho. Aviento la toalla y me doy la vuelta, viendo a través de mi hombro para observar mi espalda a través del espejo. Veo allí dos marcas rojizas e inmediatamente el recuerdo del cuchillo regreso a mi mente.

Me estremezco de tan solo recordarlo. Mierda, ¿qué he hecho? ¿Qué ha pasado?

Me vuelvo a colocar frente al espejo, inclinándome un poco para observar más de cerca mi rostro, pero éste no parece tener ninguna marca. Suspiro sin saber exactamente qué pensar, estoy en shock, estoy sorprendida y mi mente no parece querer arrancar.

𝐈𝐍𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐓 || 𝐌𝐢𝐠𝐮𝐞𝐥 𝐎'𝐡𝐚𝐫𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora