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—Tienes chocolate en la mejilla.
Laura soltó una pequeña risa y se limpió con su pequeña manga, observó a Peter quien tenía la vista hacia enfrente con una manzana en su mano.
—Nunca te había visto con una fruta. —comentó Laura. —¿Ahora tú te haces el desayuno?
Peter dirigió la vista a Laura, negó con la cabeza y le dio una gran mordida a su fruta.
—La compré afuera de la escuela, una señora las vende en la esquina. —contestó tranquilamente mientras masticaba la manzana roja. —Deberías comprar una, están buenas.
Laura asintió un poco y observó sus manitas; aquellas pequeñas manos que solo estaban decoradas con una que otra cicatriz color blanco.
—Miguel no ha venido a verme desde hace tres meses. —susurró. —Mis heridas se curaron completamente, ya no tengo que esconderlas de mami.
—Claudia dejó de verme desde que me dio su estúpida paleta. —Peter sonrió un poco, mostrando claramente sequedad. —Parece muy feliz con su nuevo novio Aaron.
Laura soltó un pequeño suspiro y se acercó a Peter, frotó su brazo con ternura mientras le dedicaba una hermosa sonrisa, muy característica de ella.
—Vendrán muchas más, Peter. —Laura sonrió. —Tú mereces algo mejor, no a la boba de Claudia.
—A la imbécil de Claudia —corrigió Peter con voz seca dándole una brusca mordida a su manzana.
Laura observó pesadamente el patio, deteniéndose en una esquina cerca de los baños donde se hallaba Miguel con la chica de la tienda. Ella estaba agarrando su mano mientras le contaba alguna cosa que tenía captada la atención de Miguel, quien la observaba detenidamente y sobaba su mano con suavidad, con cierta ternura.
Laura tragó amargo y se levantó.
—Voy al baño. —susurró, Peter asintió indiferente, mordiendo su manzana con la misma brusquedad.
Laura dio pequeños brinquitos al baño, como si fuera una niña de seis años, captando la mirada de algunas personas que rieron al verla. Se acercó al baño e hizo su pequeña rutina diaria de observarse un poco al espejo para acomodarse su cabello y palpar ligeramente sus regordetas mejillas que la hacían ver tremendamente adorable.
