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Laura estaba sentada en el patio junto a su único mejor amigo. El menor estaba chupando una paleta color rojo mientras observaba a la nada. Laura se hallaba acostada en sus piernas con un libro en las manos. Peter de vez en cuando le hacía piojito en su suave cabello, relajando a Laura al instante al sentir los dedos de Peter sobre su cuero cabelludo. Ah, era un masaje tan agradable para ella.
—¿Ya le preguntaste a tu madre acerca de nuestra salida? —preguntó Peter.
—¿Eh? —Laura bajó su libro.
—El viaje —dijo Peter.
¡Oh, mierda! A Laura se le había olvidado por completo preguntárselo a su madre. El menor le había propuesto irse a la playa para las vacaciones de Diciembre y festejar Navidad juntos en una casa de playa que era del tío de Peter llamado Will pero Laura estaba ahora tan concentrada en el contrato de Miguel y el dinero que no se le había cruzado por la cabeza.
—Oh, sí —mintió Laura.
—¿Qué te dijo? —preguntó Peter mientras la acariciaba.
—Que iba a checar —Laura se recordó mentalmente preguntarle a su madre en la noche. —Aunque según yo no hay problema.
—Más te vale que sea un sí porque mi padre ya compró tres boletos de ida y regreso. —Peter le clavó la mirada.
—Sí, haré todo lo posible para lograrlo —Laura sonrió.
El menor, que era inexpresivo todo el tiempo, simplemente asintió levemente y siguió viendo el patio. Su estómago gruñía y tenía unas terribles ganas de comerse un buffet completo. Palmeó a Laura para que la mayor se incorporara. Peter se levantó sacudiendo sus pantalones.
—¿A dónde vas? —preguntó Laura finalmente temerosa.
—A la tienda a comprarme algo, tengo hambre y tenemos dos horas libres —Peter alzó los hombros. —No te preocupes, voy a volver.
Laura asintió no muy convencida e inclinó sus piernas para abrazarlas. Apoyó su barbilla en su rodilla y vio como Peter se alejaba. Observó de reojo el entorno, Miguel O'hara estaba bastante tranquilo platicando con un chico que apenas lo volteaba a ver. Laura soltó un suspiro pesado y retomó su lectura mientras esperaba por su menor.
