Preparándose para un nuevo año

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El verano llegaba a su fin y la emoción del nuevo año escolar en Hogwarts se sentía en el aire. Harry y Draco estaban ansiosos por regresar al colegio y continuar sus estudios de magia.

Unos días antes del inicio del curso, los Malfoy llevaron a Harry y Draco a comprar su material escolar en el Callejón Diagon. Era un lugar fascinante lleno de tiendas mágicas y personajes peculiares.

Primero, visitaron Gringotts y luego la tienda de varitas Ollivanders, donde Harry recordó su visita del año anterior con Hagrid, quien lo había llevado a obtener su varita. La varita elegida por él fue de madera de acebo y contenía una pluma de fénix. Era poderosa y se sentía perfecta en sus manos.

Luego, fueron a Flourish y Blotts para comprar los libros de texto necesarios para el año escolar. Se detuvieron en la sección de libros de magia oscura, donde Harry y Draco encontraron algunos títulos intrigantes que añadirían a su creciente colección de conocimientos oscuros.

Mientras exploraban la librería, se encontraron con Gilderoy Lockhart, un famoso mago y escritor de libros sobre sus supuestas hazañas mágicas. Lockhart, con su cabello rubio perfectamente peinado y su sonrisa deslumbrante, se acercó a ellos con una actitud arrogante, acercándose rápidamente y solicitando a un fotógrafo del periódico El Profeta para que los fotografíe, cuando a Harry y Draco no les gustó para nada.

"¡Ah, jóvenes talentos! Seguro que conocen mis libros, ¿verdad?", dijo Lockhart con una voz exagerada. Harry, algo incómodo con la actitud presumida del mago, asintió tímidamente mientras Draco mantenía una expresión neutral.

"Por supuesto, he oído hablar de usted", respondió Harry, intentando mostrar educación a pesar de su incomodidad.

Lockhart continuó hablando sobre sus logros y hazañas, exagerándolos en cada oportunidad. Harry no podía evitar sentir que algo no encajaba en toda esa fanfarronería.

"Debe ser fascinante ser tan talentoso", agregó Harry con un toque de sarcasmo, haciendo que Draco contuviera una risa. Lockhart, sin darse cuenta de la ironía en la voz de Harry, continuó contando historias extravagantes sobre sí mismo.

Después de despedirse de Lockhart, Harry y Draco continuaron su camino por el Callejón Diagon, ambos compartiendo una mirada que indicaba que ninguno de los dos estaba realmente impresionado por el mago arrogante.
Después, pasaron por la tienda de Madame Malkin para adquirir túnicas y uniformes escolares. Harry y Draco se veían elegantes en sus túnicas negras de Slytherin, listos para el nuevo año.

Para terminar, fueron a una  famosa tienda de golosinas, donde compraron un surtido de dulces mágicos y deliciosos chocolates.

La jornada de compras culminó con una cena en el Caldero Chorreante. Harry, Draco y los Malfoy compartieron risas y anécdotas mientras disfrutaban de un festín mágico.

Con sus compras completas y corazones llenos de anticipación, Harry y Draco regresaron a la mansión Malfoy. Estaban listos para enfrentar un nuevo año lleno de descubrimientos, desafíos y aventuras en Hogwarts.

Dark Harry...(No tan dark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora