Dark Harry...(No tan dark)

Vacaciones de Navidad y el Espejo de Oesed

El ambiente en Hogwarts se volvía cada vez más festivo a medida que se acercaba la Navidad. El Gran Comedor estaba decorado con guirnaldas, luces centelleantes y un enorme árbol adornado. La magia de la Navidad llenaba el aire y contagiaba a todos los alumnos y profesores.

Harry Potter, a pesar de la emoción por las festividades, no tenía un lugar al que llamar hogar. Sabía que volver a Privet Drive solo significaría más maltrato por parte de sus crueles tíos muggles. Pero esta vez, tenía una opción diferente. Draco Malfoy, su recién hecho amigo y compañero de casa en Slytherin, le ofreció una alternativa.

-Harry, no tienes que volver a ese lugar. Puedes quedarte conmigo en Malfoy Manor durante las vacaciones -le propuso Draco.

Harry se sintió abrumado por la generosidad de Draco y su familia. No quería ser una carga, pero Draco insistió. Consultaron con el profesor Snape, quien estaba a cargo de supervisar a los alumnos que decidieran quedarse en Hogwarts durante las vacaciones.

El profesor Snape, aunque con su característico rostro imperturbable, asintió con aprobación. Entendía la difícil situación de Harry y sabía que era una buena opción para él.

Así, Harry y Draco se quedaron en Hogwarts durante las vacaciones de Navidad. Fueron días de compartir risas, historias y cenas festivas. La familia Malfoy les envió regalos y durante una de esas noches, Harry encontró un paquete anónimo bajo el árbol de Navidad en el Gran Comedor. Lo abrió con entusiasmo y descubrió la capa de invisibilidad, un objeto que había pertenecido a su padre. Draco le explicó la historia de la capa y cómo podía usarla para moverse sin ser visto.

-Ahora puedes explorar Hogwarts y ayudar a otros sin ser detectado -le dijo Draco.

Harry agradeció a Draco y a su familia con todo su corazón. Durante esas vacaciones, además de recibir el regalo especial, forjó un lazo más fuerte con Draco y su familia, sintiéndose por primera vez en mucho tiempo, querido y aceptado.

Entonces, con la capa de invisibilidad de su padre, Harry decidió ir a la sección prohibida de la biblioteca y buscar libros de magia oscura, la cual le daba mucha curiosidad aprender. Estuvo mirando muchos libros hasta que uno que si bien no era de artes oscuras, llamó poderosamente su atención: era un libro que hacía referencia a un tal Nicolas Flamel y un curioso artefacto denominado piedra filosofal pero de pronto, apareció el señor Filch y su gata, también se encontraban allí los profesores Quirrell y Snape discutiendo.

Inmediatamente, bajo la invisibilidad de la capa, Harry escapó de allí por una puerta trasera y se escondió en un aula vacía, aparentemente en desuso. El lugar estaba lleno de polvo por todos lados y los pupitres y sillas se hallaban apilados contra una pared. En unos instantes, vio algo que lo llenó de curiosidad: un antiguo espejo, al cual se acercó, ya sin la capa puesta. Al mirarse en él se vio a si mismo rodeado de muchas personas que no conocía, y de pronto vio a una mujer con sus mismos ojos y un hombre muy parecido a él y con gafas, ambos le sonreían y él supuso que eran sus padres.

Misteriosamente, la imagen cambió y Harry se vio en el espejo vengandose de sus tíos utilizando magia oscura. Luego la imagen volvió a cambiar, viéndose esta vez junto a un gran grupo de gente, entre ellos Draco, seguidores suyos en busca del señor tenebroso para acabar con él.

Cautivado por todas aquellas visiones observadas en el espejo, Harry se colocó de nuevo la capa y regresó a su dormitorio, despertando a Draco para que él también vea el espejo.

Luego ambos, cubiertos con la capa invisible, se dirigieron a la sala del espejo misterioso, se acercaron y Draco se vio a si mismo de la mano de Harry, pero no sólo eso, también se vio como el leal seguidor de un nuevo mago oscuro. Inmediatamente regresaron a su dormitorio, con esas inquietantes imágenes en su mente.

Al día siguiente, Harry regresó a ver el espejo y mientras observaba a sus padres reflejados allí, se encontró con el director Albus Dumbledore quien no lo retó, como él creyó que haría. Sin embargo, le explicó que no debe perderse en la fantasía del espejo porque eso lo alejará de la realidad y lo hará perder la cordura. Por último, le comentó que pronto lo cambiará de lugar y le ordenó que no intente buscarlo.