De vuelta a la tranquilidad en Hogwarts

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Con la amenaza de la cámara de los secretos y el basilisco finalmente disipada, la vida en Hogwarts comenzó a volver a la normalidad. La gata del señor Filch y los estudiantes petrificados fueron revividos gracias a la poción de mandrágoras, elaborada con esmero por los profesores Sprout, Snape y la enfermera Pomfrey.

Las clases continuaron su curso y, entre estudio y estudio, los estudiantes esperaban con entusiasmo los partidos de quidditch. Slytherin enfrentó a Hufflepuff en un emocionante partido, que, con la habilidad de Harry y Draco en sus respectivas posiciones, resultó en una victoria para Slytherin, reforzando aún más su posición en la Copa de las Casas.

A medida que se acercaban los exámenes finales, Harry se sumergió en sus estudios, dedicando largas horas en la biblioteca. Durante ese tiempo, no podía evitar preguntarse sobre el diario y sus oscuros secretos. Draco sugirió que Ginny Weasley pudo haber sentido una extraña conexión con el diario, viendo en él una forma de expresar sentimientos que no se atrevía a decir abiertamente.

La tranquilidad reinaba en Hogwarts mientras los estudiantes se preparaban para cerrar otro año escolar lleno de desafíos y descubrimientos. Aunque enfrentaron peligros, también encontraron amistad y valentía en cada esquina, enseñándoles que, unidos, podían superar cualquier obstáculo. Las aventuras de Harry y Draco en Hogwarts estaban lejos de terminar, pero por ahora, la paz reinaba y el futuro parecía prometedor.

Dark Harry...(No tan dark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora