𝐓𝐇𝐄 𝐄𝐍𝐃

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En la época actual, a pesar de haber pasado página con los matrimonios arreglados, aún quedaban familias que se aferraban a ellos. Yo, a pensar de ya tener 6 años junto a Naoya, mi esposo; fui influenciada ciegamente a aceptar uno por 2 razones:
1. Amaba a mi familia y desde pequeña se me inculcó en hacer todo por ella.
Y 2. Conocía a Naoya desde pequeña, que el simple hecho de estar a su lado para mí ya era una encomienda.

Ser la esposa trofeo era mi meta, era a lo que más podría aspirar, o eso creí porque nunca me dejaron escoger por mi misma y a pesar de todo eso seguía teniendo gustos y aspiraciones peculiares o en otros términos, estaba buscando desesperadamente la señal que necesitaba para salir del encierro de vida que tenía y salir a explorar el mundo a como era actualmente, fuera de familias tradicionalistas, personas elitistas y un matrimonio que en lugar de darme vida, me la iba quitando.

-es increíble que teniendo las pruebas frente a ti sigas negandolo, Naoya esto ya no es la preparatoria, ya no puedo seguir haciendo ojos ciegos a tus deslices... lo peor de todo es que niegues a un hijo que no tiene la culpa de lo que hace su padre-a pesar de tener una postura calmada, por dentro sentía que el corazón se me quería salir y dar un maratón. Aguantar lágrimas es mi especialidad, porque las damas no sucumben a la histeria. Al menos no frente a otras personas.

-No diré nada más de lo que ya he dicho T/N, tengo que regresar a la oficina por unos pendientes y tú deberías calmarte cariño-sonrie de esa forma dulcemente cínica y procede a acariciar mi mejilla sabiendose el vencedor de esta discusión, ay Naoya este es el final decisivo de tu esposa trofeo.

Lo veo, observó cada rincón de su rostro y sus expresiones que me es imposible recordar siquiera como era que me sentia antes al verlo y seguir estando atada a él.

-Ya no puedo seguir haciendo esto, creí que estaba hecha para ser tu esposa, joder de verdad quería que esto funcionará, pero mientras más intentaba, más me quitabas... tú nunca me amaste Naoya-despues de mucho tiempo lo vi titubear, dolió como un carajo-de verdad que no me amaste, y para mí está monotonía me resulta asfixiante... y si al menos sentías cariño o estima por mi, no era tanto como creías pues tú falta de respeto hacia mi persona me lo confirma-le dije mientras me alejaba de su tacto, tacto que dejo de ondear en mi mejilla pero con la mano en ella aún.

Vuelve a sonar su teléfono celular por tercera vez en lo que va de nuestra "charla", se quien es, he visto el cambio corporal que ha hecho con solo el sonido.

-Anda a contestar, no la dejes esperando como a mi-esto era todo, mis lágrimas no podían contenerse más, estaba por colapsar.

-No digas estupideces T/N, me quedaré aquí y tendremos esa cena que tanto quieres. ¿Contenta?-dice sobando sus sienes-ese berrinche tuyo me ha dado dolor de cabeza, ¿puedes pasarme una pastilla?

Listo, es todo, hoy, aqui en la casa donde creí que tendría mi vida de en sueño he decidido algo importante por mi cuenta

-Te voy a dejar Naoya, me iré de la casa y te mandaré a mi abogado tan pronto pueda hacerlo-verlo perplejo me dio fuerza para seguir, yo también ya no lo amaba, mi amor por él se marchito hace tiempo que ya ni siquiera podía recordar cuando fue viví mi duelo mientras aún estaba con él, mis esperanzas por salvar lo insalvable eran las que me hacían creer que seguía amándolo, pobre de mi, después de 14 años eres libre. No tengas miedo.

Naoya seguía perplejo, estaba inmovilizado en medio de la sala. Yo aproveche para pedir el apoyo que necesitaba.

-¿Puedes subir?, te necesito ahora.

Nunca le tuve miedo a Naoya, nunca me tocó de forma violenta; hasta este momento. Sentía sus uñas clavarse en mi, sus palmas haciendo presión en mis hombros de una forma dolorosa y al ver sus ojos consumidos en un mar oscuro supe de todo lo que fue capaz de hacer y yo nunca quise ver. Y si soy sincera lo físico no dolía, eran sus ojos los que me hicieron perder la compostura y sucumbir al llanto.

En ese momento entra él a la casa, en cuestión de segundos llega a nuestro lado y mano por mano las retira de mi, poniéndome detrás suyo.

-No te atrevas a tocarla con tus sucias manos, maldito-voltea a verme de reojo- trae lo necesario, nos vamos.

-No le hagas nada, por favor Ryomen.

𝐃𝐀𝐘𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓- 𝐒𝐔𝐊𝐔𝐍𝐀 𝐗 𝐋𝐄𝐂𝐓𝐎𝐑𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora