Ya habían pasado unos días desde el incidente con el Señor Zen'in y había podido tener una charla con mi padre bastante peculiar.
Si bien él no apoyaba los metodos de Naobito Zen'in, no podía no hacer oídos sordos a sus palabras pues era un tema delicado el que se trataba de "arreglar".Me encontraba en la oficina de mi padre, habíamos quedado en comer juntos y para eso le prepare lasagna vegetariana, su favorita. Con mi padre no podíamos tener secretos, más bien nosotros decidíamos hasta donde llevábamos las apariencias y él solo esperaba a que llegáramos y le dijeramos todo. Y aquí estábamos comprartiendo una comida y fingiendo hablar de cosas sin sentido antes de llegar al punto importante.
-Esto está delicioso princesa, Naoya está muy bien alimentado gracias a ti.
-Si, hago lo mejor que puedo, no lo sé...
-Ese día luego de que te fuiste Matt me avisó que los había llevado a ti y a tu niño al centro comercial, no quise molestarte en ese momento por lo que no te llamé hasta después, quería darte tu espacio. Y tuve una conversación bastante seria con Naobito. Quiero guardarme los detalles, pero si te digo que tú y ese niño tuvieron su justicia y respeto, yo mismo me encargue de eso.
No justifico a Naobito, si bien el tema también es algo que a mí me tiene con la incertidumbre, no son maneras de tratarlo y menos arruinando un ambiente tranquilo.-Aagh no me hables del Señor Zen'in, sigo muy molesta con él. Y no solo eso, estoy molesta con su progenie por no haber dicho ni una palabra para pararlo. Y si eso aún no es suficiente molestia, estoy muchísimo más molesta conmigo por no haberle podido decir más. Solo una vez he intercedido para exigir respeto por Naoya y esa vez fue cuando los Gojo fueron a pedir mi mano en matrimonio; y nunca dude de haberlo hecho... Yo... No sé que más quieren de mí, papá, realmente no lo sé y me ahoga tanto tener que soportarlo.
-Los Zen'in son una familia a la cual les debo apoyo porque ellos me lo brindaron a mi cuando lo necesite... A veces me preguntó si hice bien en entrega tu mano a un hombre mucho más mayor que tu. Pero tú no te retractaste cuando pudiste hacerlo y para este punto ya han pasado bastantes años y siguen juntos, y yo te veo y quiero creer que está todo bien. Ese día dijiste algo importante y no pude evitar pensar mucho en ello. Tú, tú hermano y Yuki, son lo único que tengo y me dolería saber que no son apreciados o que no son felices y amados. Yo ya no recuerdo cómo de siente el amor de pareja, pero definitivamente no se ve como lo que tú y él tienen, así no es. Pero tampoco hago nada porque te conozco, porque necesito que tú vengas y me digas las cosas, de lo contrario mi puedo hacer mucho. Eres mi hija, si bien te eduque para ser una mujer de casa, llevas en tu sangre la audacia y valentía de los Kamo, mi hija no se rendirá tan fácil y me atrevo a decir que sea cual sea la decisión que tomes, yo te voy a apoyar.
-¿Te he dicho lo genial que eres con las palabras?, siempre sabes que decir... Ahora me debato entre si seguir escalando el acantilado o tirarme de el...
-Creo que a su tiempo sabrás que hacer... Princesa las cosas van a durar hasta donde tú quieras que duren; y hablando de acantilados, el joven Gojo vino a verme hace unos días y me atrevo a decir que no es el mismo jovencito que conocimos hace ya varios años... Me preguntó por ti... y después hablamos de negocios. Nos han invitado a una cena la próxima semana en su casa.
No pude evitar reírme, ese Gojo me sigue sorprendiendo.
-¿Nos ha invitado?
-Si, a mi, a ti, a Choso y Yuki... Ese jovencito si que sabe cómo hacer su regreso a la ciudad.
Me despedí de mi padre y conduje hasta la oficina de Naoya. Hablar con él me había hecho pensar varias cosas, y necesitaba verlo pues no podía soportar para hablar con él hasta que llegara a casa.
Al llegar a la recepción me saludaron y acompañaron al ascensor. Subí hasta el piso donde estaba su oficina y solo saludé a sus secretarias con una inclinación de cabeza y seguí de largo. En ese momento una de las rubias se acercó a mi más rápido que un rayo de luz.
-Buenas tardes Señora Zen'in, el Señor Zen'in se encuentra en una reunión en este momento... No sabíamos de su visita.
-Señorita Nishimiya, buenas tardes. No sabía que debía sacar cita para ver a mi esposo. Lo espero dentro, no tengo prisa.
Estaba por tomar el pomo de la puerta pero ella se apresura y lo toma por mi, yo solo puedo verla con una mirada seria, ¿que había dentro para que no me dejara entrar?
-Una disculpa Señora, adelante.
Me abrió la puerta y al entrar cerré yo. Ya en la oficina me senté un uno de los sillones... Tenia muchas cosas en las cuales pensar y me quedé divagando un poco en mis pensamientos.
Mire la hora y ya había pasado una hora y Nao no llegaba, planeaba darle una sorpresa por eso mismo no le había avisado, Nishimiya me había traído un café y me entretuve con eso pero aún así no llegaba, por lo que opté por dar vueltas por el lugar, mirando las cosas. Yo no suelo venir aquí, así que no estoy familiarizada con todo.Después de ver las estanterías con libros que tenía y solo encontrar aburridos libros de comercio y demás, decidí pasarme a su escritorio, en el había una foto nuestra de la boda; habían documentos varios y lo que llamo mi atención fueron dos boletos de avión que estaban debajo de los documentos con destino a Roma y también una larga caja con un bello collar de zafiro. No pude evitar emocionarme y sonrojarme pues mi fecha de cumpleaños estaba cerca y mi instinto me decía que era una sorpresa para mí por lo que opté por dejar las cosas en su lugar y sentarme de nuevo en los sillones, cuando menos lo espere me quedé dormida y Naoya estaba a mi lado trabajando en su computadora portátil. Yo estaba con su saco como manta.
-Perdona... Yo vine sin avisar y me quedé esperando por ti, pero estabas en una reunión y cuando menos lo espere me quedé dormida.- me acomode mejor en el sillón y puse su saco en mis piernas. Estaba avergonzada por haberme dormido así que me mantenía con la mirada agacha.
-Creo que el que debería disculparse soy yo... Actúe como un imbecil y no te mereces eso... No te mereces esto.
Naoya toma mi cara en sus manos y me mira, hay culpa en sus ojos.
-Creo que estaremos bien mientras no vuelva a suceder y hables con tu padre sobre que esto es un tema nuestro... Estoy molesta con él y aún no se me pasa, yo sé cómo es tu padre, pero eso no le da el derecho de ofenderme y mucho menos ofender a Yuri... Es solo un niño, el no sabe nada y aunque lo supiera, el asunto era conmigo.-Dije sintiendo que los ojos se me llevaban de lágrimas, acto seguido senti que Naoya me acariciaba las mejillas y me daba un beso, se lo respondí-.
Sentía la necesidad de intensificar el beso y eso planeaba hacer pero Naoya me detuvo.
-Querida no podemos hacer esto en la oficina, lo entiendes, ¿verdad?. Ahora que ya estás despierta, ¿te parece si nos vamos?, podemos ir a cenar a ese lugar asiático que nos gusta.
Los días pasaron y poco a poco se iba acercando mi fecha de cumpleaños, todos me preguntaban si ya tenía planes o si quería que organizarnos algo, yo solo les decía que aún no sabía pero en cuanto decidiera les avisaba. Había comenzado a tener una amistad algo peculiar con Satoru Gojo lo cual era algo bastante raro y entretenido pero me gustaba, nunca me aburría.
Estaba esperando que Nao me diera la sorpresa y por primera vez maldije a mi intuición; 3 días antes de mi cumpleaños Naoya no regreso a casa y en su lugar me llamo diciendo que la filial que había en Turquía tuvo un problema y debía acudir a solucionarlo... No menciono nada respecto a mi cumpleaños, solo que tardaría en regresar.
Nunca había maldecido tanto en mi vida, hoy Naoya se quedaba corto para todo los despectivos que tenía para él.
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𝐃𝐀𝐘𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓- 𝐒𝐔𝐊𝐔𝐍𝐀 𝐗 𝐋𝐄𝐂𝐓𝐎𝐑𝐀
Fanfic"I once believe love would be burning red But it's golden Like daylight" T/N Kamo vive para su matrimonio y así ha sido por muchos años. Un guapo esposo, una buena vida y un matrimonio perfecto... pero ¿Para quien?; es una mentira que se oculta tras...