𝟏𝟏.𝟓.-𝐒𝐓 𝐉𝐔𝐃𝐄

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Ay que pena amistades, no tengo excusas pero pues así es la vida adulta; por el momento les dejo este capítulo y espero poder hacer maratón esta semana.

Por cierto, hemos llegado a las 1000 vistas, estoy muy contenta por eso, gracias a todos los que se dan el tiempo de leer mis delulus. Gracias por tanto, perdón por tan poco.

Porfi apoyen con su ⭐ si les gusta la historia. Sin más les dejo el capítulo que a mí parecer es muy lindo.

-K.
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El día jueves realmente no hicimos mucho, Satoru y yo nos quedamos en casa a petición mía ya que tenía el rostro inchado de tanto llorar y me sentía repelente a la sociedad... ¡a! y tenía migraña también, cortesía de las mimosas de ayer; despertamos tarde y por ende íbamos a encargar algo de delivery para comer pero a mitad de mi camino a tomar el móvil de casa para llamar, a Satoru le llegó llamada de la señora Kenny y por lo que logré escuchar dijo que no hiciéramos nada ya que venía casi llegando y traía comida.

¡SEÑORA KENNY LA AMOOOO!

Pasaron unos 15 minutos donde Satoru y yo seguíamos tumbados en el sillón tal cual corcholatas en el suelo cuando se escucha el sonido de acceso de la puerta.

-"Niños a la lavar manos y a la mesa, la comida está caliente y les va a encantar."

-"Toruuuuuu, hermano mayor, señorita T/N, ya llegamossss."

Dijeron la señora Itadori y el pequeño Yuuji respectivamente; sigo sorprendida por la familiaridad que ellos tenían y la cual me gustaba mucho, me hacían entrar en un ambiente tan familiar y hogareño que tiempo después me puse a meditar sobre eso y sobre que lo necesitaba en mi vida ya que con mi padre y con Choso había ese amor y apoyo pero seguíamos manteniendo las distancias y yo quería que fuese diferente, viéndolo aquí, con otra perspectiva, realmente me hacía añorarlo.

-"Ryomen me ha comentado en la mañana que probablemente tuvieran resaca así que en cortesía Yuu y yo les hemos traído un manjar para que bajen esos humos y salgamos más tarde, mi duendecillo y yo estaremos solos todo el día."

Satoru se había acercado a la mesa del comedor a ayudar a Kenny a acomodar todos los platillos y mientras tanto el pequeño Yuuji y yo éramos una bola de brazos y piernas en el sillón. No habían pasado muchos días de habernos conocido y yo realmente sentía un apego a esa familia, no sé si era porque los veia como mi nuevo refugio o si el cariño que Satoru les tenía se me pegaba solito. El punto era que me sentía cómoda y bien al rededor de ellos, Yuu era toda una lindura, un parlanchín por excelencia. La señora Kenny era esa figura materna que detonaba fuerza y apoyo y Ryomen era bastante agradable y se notaba que era una buena compañía; contando a Satoru como un miembro más de la familia, para mí era mi hada madrina, le debía tanto y lo había aprendido a querer un tanto más. Solo me faltaba conocer al señor Itadori, pero podía asegurar que no sería la excepción de ser una buena persona.

Con Yuuji seguíamos abrazados en el sillón y estábamos hablando muy bajito, este me contaba que el lunes tenía una actividad en su colegio pero que ninguno de sus padres podría ir y que Ryomen solo podría pasar por el a la salida ya que tenía trabajo; le comenté que si su mamá estaba de acuerdo, yo podría ir a acompañarlo ese día a lo cual me abrazo mucho más y me dijo que eso le gustaría mucho, que le diría su mamá nuestra idea.

Seguíamos tan inmersos en nuestra conversación de películas infantiles, anime y juguetes que ni notamos que nos llamaban a sentarnos a la mesa.

-"Oigan tenemos rato llamandolos a la mesa, no tien... ¡¡AY POR DIOS QUE BELLOS SE MIRAN!!, no se muevan les tomaré una fotografía."

𝐃𝐀𝐘𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓- 𝐒𝐔𝐊𝐔𝐍𝐀 𝐗 𝐋𝐄𝐂𝐓𝐎𝐑𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora