CAPÍTULO 21

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SANGRE ESPESA

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DIANA AYLEEN

Hace dos semanas el Tratado Triqueta, ese que rige a todos los seres del mundo y del otro que poseen magia, cambió de gobernador.

La fortaleza se restauró por sí sola y nuevos guardias cuidan la isla; sin embargo, las vidas que fueron arrebatas en la pelea no pude salvarlas. Un duende es inmortal como un demonio, pero la herida que provoca la plata es letal para ellos, como el ónix lo es para nosotros y ni la sangre más pura pudo hacer algo por Regory.

Cyprian le hizo un santuario en el bosque, que ha visitado cada día desde que llegó.

Todos los brujos en la faz de la tierra han sido informados del cambio de mandato gracias a Amina y Atlas, que se han encargado de esparcir la noticia.

Y hoy, la fortaleza abre nuevamente sus puertas impenetrables, porque los jefes de los aquelarres grandes y pequeños, brujos influyentes de la Alianza de Jessica, los cinco brujos más viejos y yo hablemos.

Barcos estaban estacionados en el puerto y desde el punto más alto de la fortaleza observaba como brujas y brujos bajaban de ellos.

De repente, un estruendo en la gran mesa me hace voltear, dos demonios en estado puro estaban peleando sobre ella. Reconozco a Lili por su cola ondulada, y a Andras por su cola recta pero escamosa, como el de un cocodrilo.

—¡Hey!—Exclamo. Esto de ahora tener dos demonios es complicado, más cuando Lili es demasiado celosa.— ¡Basta las dos!

Se separan, pero ambas quieren venir hacia mí, por lo que Lili inicia nuevamente con sus empujones para que Andras no se acerque. Ambas salen por la ventana, al aire libre

—Dicen por ahí que los demonios se parecen a sus dueños— Reconozco esa voz de inmediato.

Amina se encontraba cerrando las puertas del salón, no me contengo y corro hacia ella, lanzándome a sus brazos. Ella me toma con su fuerza de alfa y yo enredo mis piernas en su cintura. Su mano se posa en mi nuca y junta mis labios con los suyos, ya no quema ni duele, lo único que me provocan son cosquillas en el estómago y bueno, algo más.

—¿Cómo les fue?—Dejo sus labios para llenarle el resto de su rostro de besitos.—¿Tuviste…—vuelvo a su boca— un buen viaje?

—Maldita sea, como te extrañe a ti y a tus exquisitos labios— Gruñe, apretándome más contra ella.—Pero creo que tus demonios me quieren matar.

Giro mi cabeza, viendo a como Andras y Lili están estáticas en el aire, mirando a nuestra dirección. Amina me baja, pero me mantiene cerca de ella.

—Pueden ir a afuera—Ella no se mueven. —No me hará nada, recuerden que es una híbrida buena, vayan.

Ellas le dan una última mirada a Amina con sus ojos pequeños y brillantes, para luego irse por la ventana. Tomo la mano de la híbrida y la guío a un sillón en la esquina.

—Todavía sostengo que fue mala idea aceptar a Andras como demonio puro—Menciona Amina. —Seguro me ahorcará mientras duermo.

Se sienta y yo me siento en sus piernas.

—Tú conociste a la híbrida poseída, quien te odiaba, era la híbrida, seguramente por culpa de John. Andras, el demonio, solo es eso, un demonio sin emociones y solo rebeldía—Le explico.—Sin embargo, y para que estés tranquila, ella se quedara como guardiana de la fortaleza y cuando Cyprian pase a ser gobernador, Andras será para él. —Suspiro.— Pero planeo buscar más, Nara tiene mapas de los bosques donde los demonios de Eckvan habitan.

Sword Onyx [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora