Kahnara Cavalier, la bruja más poderosa del mundo.
Nara toma otra galleta de limón, mientras dos gotas negras, giraban en la palma de su mano derecha. Las pequeñas gotas venían del inframundo, el nacimiento sé dos demonios, de las escamas de otro demonio.
De repente, una gota consume a la otra, y se forma un solo demonio. Nara sonríe, fascinada de su trabajo.
Antes se había impuesto la regla de no practicar su magia en el territorio de la Alianza, pero estaba tan disgustada con la reciente matanza que provocaron Amina y Jessica, que ya poco le importaba mantener el balance que tanto le costó imponer con la tediosa y aburrida magia blanca.
La primera que dominó y la que menos usó.
Su habitación del castillo era realmente hermosa, Gabriel se encargó de darle todo lo que quisiera y de regalo por posicionar a su familia como la más poderosa, con la caída de los Eckvan, y su mayor peligro encerrado por la "Eternidad".
Sin embargo estaba equivocado, porque mientras Diana Ayleen permanezca aquí, los Favre no eran los más poderosos.
Eleva sus ojos del color del cielo, a su pintura de Gabriel y ella.
—Él estaría realmente disgustado al ver en lo que su sangre se convirtió—Habla sin una pizca de miedo. —Gabriel era honorable y justo.
Azota su palma derecha contra la mesa, los pequeños demonios vuelve de donde salieron, zambulléndose en su piel. Ella voltea a verla.
—Tú eres una mierda—Le sentencia a Jessica.
—¿Entonces por qué la Diosa Luna me escogió como la Alfa Suprema?—Pregunta Jessica, manteniendo la compostura.
Nara se levanta, y camina hacia ella. Aunque la diferencia de altura entre la híbrida y la bruja era notable, pero la bruja jamás ha bajado la cabeza ante nadie.
—Porque soy una idiota. —El rostro de Jessica se ensombrece ante esa blasfemia de creerse la Diosa. —Solo he conocido a una Alfa digna de llamarla Suprema, pero lamentablemente no compartes sangre con ella.
De pronto ella siente una brisa a sus espaldas, era Amina. Nara la observa, antes de esbozar una sonrisa de burla.
—Reviviste a los vampiros que maté—Acusa Jessica. —¿Dónde quedó tu discurso del balance y no intervenir en el destino?
—Yo soy el balance, Jessica—Asegura Nara. —Eres demasiado joven para entender que no estas sobre mí. —Inclina su cabeza. —Pero no están aquí por eso ¿Verdad?
Mira a Amina, nota en sus ojos que le pide que guarde silencio, pero las brujas son rebeldes.
—La profecía que le dije a Liayh ¿No?— Pregunta, sin tener respuesta. —A nadie le gusta oír verdad, parece.
—Diana está segura—Masculla Jessica.
—Nadie se puede esconder de su destino—Dice Nara. —Es curioso como quieren protegerla de mí, cuando donde corre más peligro es en sus manos.
—Ziah ya lo contó todo—Añade Amina.
—No, contó lo suficiente, porque no tienen un carajo de la dimensión que es todo esto—Se inclina hacia la vampira. —¿Sabes que el estramonio no me hace nada?
Amina se endereza, tornándose seria. Deja de apretar la bomba de estramonio, hierba tóxica para los brujos, y la mantiene en el bolsillo de su chaqueta.
—No lo van a poder evitar.—La sonrisa de Nara se ensancha más, observa a Jessica. —"Cuando el día y la noche se hagan uno mismo, la sangre inocente forjara la letal espada de ónix y pondrá la corona en la cabeza que corresponde". —Se gira a Amina. —Ya está escrito, con mi puño y letra.
ESTÁS LEYENDO
Sword Onyx [3]
FantasyCONTINUACIÓN DE CROWN ONYX El mal está desatado, y lo que creían que los protegía se debilita cada vez más. Por un lado esta la Alianza Triple Diosa, dirigída por Jessica Favre, que buscará a toda costa proteger a los suyos mientras lucha por asimi...