Sword Onyx [3]

CAPÍTULO 56

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TRAICIÓN

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DIANA AYLEEN

Veo el portón de oro abrirse, la entrada principal al castillo, y entrar otros 10 autos blindados. Jessica ya se había ido a la base principal de la Elite, y partirían a las 5 de la mañana. Yo me encontraba en el balcón de su estudio, observando como se bajaba la cuarta luna: Klara, luna de Arthur Favre y su numerosa familia.

—¿Por qué están aquí?—Pregunto a Carlos.

Él relame sus labios, y carraspea antes de responder.

—Gabriel Favre dejó estipulado que sí un miembro de la familia se encuentra en manos enemigas, se da inicio a un estado de emergencia, donde todos los miembros de la familia deben resguardarse en el castillo principal—Explica.

—O sea ¿Qué todos los Favre estarán aquí?—Pregunta Giselle a mi otro extremo, el castaño asiente, y la rubia me observa con los ojos ensanchados— ¿Podemos irnos, ya?

Otras diez camionetas llegan y se baja la Luna Naomi, luna de Theo Favre.

—¿Por qué no están sus alfas con ellas?—Pregunte.

—Porque están con Jessica, irán en busca de Cyprian—Explica nuevamente. Fruncí el ceño, aturdida. —Las Lunas quedan resguardas en el castillo, mientras ellas estén a salvo, los Alfas serán muy difíciles de matar.

Giselle se pone las manos en las caderas, y la observo, expectante, ya que sé que quiere ser escuchada.

—¿Por qué no nos vamos a la fortaleza del Tratado Triqueta? Nik esta dándole un ataque por la desaparición de Cy y Atlas no sabe como calmarlo—Explica. —Ese lugar es más seguro que aquí, estarás a salvo, y no hablo de a salvo de Rhea, sino de las garras de Ravena.

Paso saliva, y niego con la cabeza, me meto al estudio, con la rubia pisándome los talones.

—¿Por qué no? ¿Por qué insiste en quedarte en este campo minado?—Cuestiona, confundida.

Remojo mis labios, me apoyo en el enorme escritorio de Jessica, sintiéndome débil de las piernas y miro a la híbrida.

—Porque le prometí a Jessica que los esperaría aquí—Digo. —Pero sí tú quieres irte...

—No, lo entiendo, quieres estar aquí cuando traiga a Cyprian—Asiente. —Pero después nos llevamos a Cy al tratado para pasar el trauma, dile a Jessica que se lo entrega finde semana por medio y pague pensión alimenticia.

Ríe, divertida. Comparto contacto visual con Carlos, y él parece entender la situación al instante, y me da una mirada de aliento y calma. Giselle borra su sonrisa, y arquea una de sus doradas cejas.

—¿Qué pasa?—Pregunta.

—No iremos a ningún lado....

Soy interrumpida cuando las puertas se abren, Daisy, el ama de llaves del castillo, entra con tres guardias.

—Señorita Diana, su habitación ya ha sido acomodada con su ropa y cosas—Avisa. —¿Quisiera ir? Porque la Alfa Suprema me pidió que llame a un médico para que la revise, y llega en treinta minutos más.

—Sí, está bien, iré—Acepto con una pequeña sonrisa.

Miro a Giselle, y parece tener la mirada perdida, pero de igual manera me sigue junto a Carlos. Un guardia nos cuida por el frente, y dos guardias por atrás. Llegamos a la habitación de Jessica, y entramos.