─•── )○( ──•─UNA SEMANA ANTES DE LUNA LLENA
─•── )○( ──•─
AMINA BELANGER
Flexiono mis rodillas, y toco el musgo, húmedo, verde. Esto se expande a dos metros dentro del límite que divide esta parte del país. El pantano en su lado está recobrando vida. Tres pequeños renacuajos nadan por el agua turbia, cruzando la barrera invisible.
Esto jamás había pasado y no era una buena señal. Realmente el límite se estaba debilitando, y si él estaba débil, los gemelos también. Yo no tenía noticias de Diana o mis hijos en varios días, por lo que solo me queda ver el límite, para saber si aún estaban con vida.
—Debo admitir que no creí cuando me dijeron que buscaste asilo con las madres de vudú— La voz de un hombre me hace levantarme. Voltea a ver al tipo, de ojos de diferente color, azul y morado, y pelo canoso. —Pero cuando vi a vampiros merodear por el aquelarre, no me quedó la menor duda.
—Zac—Lo saludo a secas. —¿Cómo han estado? ¿Sabrina y tú?
Él se pasa la mano por la mandíbula, ocultando su expresión de mí. Se acerca con lentitud, hasta posicionarse frente a mí. Su semblante se ha deteriorado de forma drástica, lucía tan cansado.
—Bien, no te imaginas como es de buena la vida de un traidor, tener que huir cada mes y mendigar asilo y comida en los aquelarres más oscuros a cambio de sangre—Su sarcasmo apesta todo el pantano. —¡Oh, verdad! Lo sabes muy bien.
—Sabrina jamás debió atacar a la Luna Suprema.
—Y tú nunca debiste cogértela—Se encoge de hombros. —Sabes, antes eras... Como la Diosa de los traidores, tu traición fue la más comentada y la más alabada. Pero ahora...—Esboza una enorme sonrisa, dándome una mirada de pies a cabeza—Aquellos que te admiraban, son los mismos que ahora te quieren muerta.
Sus palabras nos me pueden importar menos, así que solo alzo mis cejas, y me lo rodeo, sin embargo se interpone en mi camino. Lo observo, esperando que no intente nada estúpido.
—Jessica y su hijo los están matando uno a uno, cada muerte peor que la otra, pero siempre dejando a un traidor vivo, un testigo que no dudara en difundir lo que ella hará sino que consigue lo que quiere: a ti.
—¿Y quieres ser tú quien me entregue?—Le cuestiono.—Sabes que Jessica no va a perdonar a Sabrina, oí que tuvieron un hijo ¿Lo vas a arriesgar así?
Niega con la cabeza.
—Yo sé que eso del perdón es una enorme farsa, conozco a Jessica lo suficiente, el traidor que te entregue a ella se ganara una decapitación gratis. Para tu mala suerte, muchos depositan su confianza en ese perdón—Asegura.—El único lugar donde mi familia estaba segura era este, y tú lo estás poniendo en riesgo.
—Zac, las brujas me invitaron, yo no puedo hacerle el desplante de irme, cuando han sido tan generosas.—Digo con una media sonrisa. —Jessica...
—Jessica está aquí, en New Orleans—Advierte. Me lo imaginaba, siguiendo a Diana para variar. —Y se está acercando, ya no tenemos donde más escondernos, tiene todas las fronteras vigiladas, por mar y tierra.
—Dejame hablar con Sabrina, yo la tranquilizaré, conozco sus puntos sensibles—Comento.
Cuando paso por su lado, me toma de brazo, sin mucho esfuerzo, lo tomo del cuello, y lo estampo contra un árbol. Su rostro palidece, y no me había dando cuenta lo mucho que había envejecido, siendo que solo lleva tres años como traidor.

ESTÁS LEYENDO
Sword Onyx [3]
FantasíaCONTINUACIÓN DE CROWN ONYX El mal está desatado, y lo que creían que los protegía se debilita cada vez más. Por un lado esta la Alianza Triple Diosa, dirigída por Jessica Favre, que buscará a toda costa proteger a los suyos mientras lucha por asimi...