Sword Onyx [3]

CAPÍTULO 15

Agarrense bien, pq esta mierda si esta larga.

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LA JAURÍA FAVRE

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ADARA STONE

La bruja saca una de las piedras de brasero con su pinza y aprieto los dientes cuando la deja caer sobre mi vientre. Aguante mi quejido de dolor porque ya me he acostumbrado. Posiciona las cinco piedras formando un círculo alrededor de mi ombligo.

—¿Estás segura de que no dejara rastro, Evamora?—Pregunta Ravena a la anciana bruja.

—Por supuesto, Ravena, el fuego lo cura todo— Responde. —Las runas desaparecerán en unas horas… ¿Pero se aseguraron que funcionara?

Ravena esboza una sonrisa y me mira con un brillo de orgullo, pero más que obvio que no estaba orgullosa de mí, sino de ella.

—Adara dará a luz a un hijo de la Alfa Suprema, eso es seguro—Dice. —Hiciste un buen trabajo, Evamora.

Ella camina hacia uno de los estantes de la habitación donde tenía su paga, mientras que la bruja comienza a su ritual antes de quitarme las pierdas cuadradas. Al terminar me levanto, y voy directo al espejo grande, para observar mi piel.

En ella había runas, las mismas de hace un mes, pero pequeñas y ahora parecían cicatrices que poco a poco se desvanecían. Veo como Ravena le entrega a la bruja una bolsa pequeña de una tela negra.

—30 diamantes, como lo acordamos—Dice ella con una sonrisa. —Gracias por tu ayuda, amiga.

Ambas se despiden con un amoroso abrazo. Comienzo a vestirme, el sol estaba a punto de ocultarse y debía a alistarme para lo de hoy. Deslizo por mi cuerpo con delicadez mi vestido azul marino.

—¿Cree que Jessica llegara hoy, Luna?— Le pregunta a Ravena.

—Lo dudo mucho— Masculla con leve destello de satisfacción.— Mi hija siempre ha sido de desaparecerse por semanas y no sabemos que le dijo esa zorra para alejarla de nosotros. Pero si te soy sincera, es mejor que no aparezca en la reunión de hoy.

No pregunto, porque no me dirá la razón, así que solo asiento, con una punzada en mi pecho, ya van dos días que no la veo y eso me está matando.

Escucho que llaman a la puerta, y un leve escalofrío llena mi cuerpo. Ravena va a abrir, dos guardias con uniforme negro entrar con una caja. Ella pide que me acerque, y cuando veo el contenido de la caja, me petrifico de la emoción.

—La Alfa Liayh, además de ser una excelente prodigio en la poesía, también le gustaba mucho la orfebrería—Explica, rozando la joya con la yema de sus dedos. —Empezó a hacer esta tiara a los 12 años y la terminó dos días antes de su muerte con la esperanza de dársela a su luna algún día, es una de las reliquias Favre más importantes. Y estoy segura de que le honraría mucho que tú la usaras.

Los detalles son impresionantes, la mezcla entre la plata y los zafiros me parecen lo más bello que haya visto. Intento tomarla, pero Ravena se interpone.

—Adara, quiero que hagas las cosas bien, por eso yo te guiaré por el buen camino. Tenemos el mismo objetivo— Masculla con ferocidad.—Pero quiero que sepas que haría todo para que mi hija cumpla su propósito como Alfa Suprema, si te rebelas y no eres la Luna consorte que merece Jessica… yo te mataré.

No reconozco ese tono en ella y nunca pensé que sería capaz de amenazar a alguien, fingía tan bien ser indefensa, pero causa el mismo efecto en mí, como si esas palabras salieran de la boca de Jessica. Así que no pongo en duda que ella lo haría.