—Bien... Coger, besar, casar—Musita el guardia a su compañera. — Lunas Favre.
La pelinegra niega, con una sonrisa divertida, sostenía en su mano el arma más letal de la última década, destinada a proteger a su alianza, en el muro que Jessica Favre había construido frente al límite.
—Por favor, no nos escucharán—Insistió el otro guardia. —Estoy aburrido.
La chica mira a los otros guardias a cinco metros de distancia y luego se acerca a su compañero.
— Me caso con la Luna Amapola, es dulce—Susurra.—Beso a Luna Klara, que para mí es la más linda de todas—Relamí mis labios. —Y me cojo a Luna Ravena.
—¿A la Luna madre?—Exclama el chico, escandalizado.
Ella se encoge hombros.
—Es sexy—Asegura. —¿Y tú?
—Una sola respuesta a todas ellas: A la Luna Diana.
—Ella no esta confirmada aún.
—Ella es la Luna Suprema, no hay duda—Respondió el chico.
En ese instante, se encendieron las antorchas del lado izquierdo avisando que hay un híbrido merodeando cerca del muro. Ellos se acercaron, observando a al nocturno, olfateando el pasto seco, en busca de algo que pueda comer.
Su hambre es de más de mil años.
—Diosa, su perseverancia me parece tan patética—Masculla la mujer.
El híbrido levanta una mirada amarillenta hacia los dos guardias, entendiendo cada una de sus palabras. Pero tragándose su orgullo, pues no había nada que él pudiera hacer.
—¿Dónde lo quieres esta vez, amigo?—Menciona la guardia, alzando su arma, viendo el rostro del nocturno por el miras, posicionándose en su cráneo.—¡Bom!
La bala de plata y punta de madera le atraviesa la cabeza, matándolo enseguida. La pelinegra esboza una sonrisa grata y de satisfacción.
—Ana—La llama su compañero. —¿Qué es eso?
Señala cerca del muro, una larga línea se abre en el suelo por kilómetros, de ella salió un destello plateado, provocando que todos los guardias del muro se deban tapar los ojos. El destello se agrandó hasta perderse en el cielo nocturno. Duro cinco segundo. Y ¡Pam! Se desvaneció.
Ambos se miraron, pasmados y confundidos. Luego Ana, lo recordó, corre al extremo del muro, buscando al nocturno. No estaba, al menos no en el suelo.
—¡Ana!—Grito el chico.
Lo último que vio la chica, fue como el nocturno pega un salto de la punta de un árbol. Le cae encima, arrancándole la cabeza de un tirón.
El guardia esta temblando, incrédulo de verlo de este lado, al igual que todos en el muro. El nocturno degusta, después de cientos de años, la sangre licántropa que estaba en sus manos, y esboza una sonrisa, completamente extasiado.
Pero una gota no bastaba para acabar con su hambre de dos mil años. Sus colmillos salen a flote, observando al licántropo. Esta vez, no le dio tiempo de tensar el cañón de su arma.
Y las antorchas del lado derecho del muro se encendieron, avisando al mundo que ya....
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NO EXISTE UN LÍMITE
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Sword Onyx [3]
FantasyCONTINUACIÓN DE CROWN ONYX El mal está desatado, y lo que creían que los protegía se debilita cada vez más. Por un lado esta la Alianza Triple Diosa, dirigída por Jessica Favre, que buscará a toda costa proteger a los suyos mientras lucha por asimi...