CAPÍTULO 44

1.3K 146 243
                                    

─•── )○( ──•─

UNA LUNA LLENA

─•── )○( ──•─

Dos semanas después...

DIANA AYLEEN

Quien diría que hablar con un demonio que se encuentra con el inframundo sería tan difícil.

Me encuentro en "Sangre podrida" el bosque al norte de Estados Unidos, el cuerpo de Nara está puesto en una enorme piedra de jade, centrada en un punto clave del bosque, donde más portales al inframundo se han abierto.

Tenía a los brujos más viejos del Tratado ejecutando esta misión, Cereh, Mastry y Elizabeth. Incluso con la ayuda y la cooperación sorpresiva de Danielle en esto, parece que la cosa no pinta bien.

Mis deseos eran que nacieran sin el hechizo que los mantiene como los dos pilares que sostienen el límite, sin embargo, quizá no será así.

—Tal vez Kahnara no quiere hablar—Dice Liz.

Danielle relame sus labios, esbozando una clara mueca de molestia, que solo los Favre poseían cuando algo no se hacía a su modo.

—Lo voy a dejar en claro una última vez—Exclama con ferocidad. — No hablen de ella como si fuera una persona como ustedes o yo. Kahnara Cavalier es un demonio. No es una animal, ni un brujo, ni un humano. Ella no quiere, no siente, no piensa. Es un demonio. —Explica. —Tal vez se confundan cuando un demonio toma posesión de un cuerpo terrenal, y creen que ellos sienten, aman u odian, no, solo se adecuan a la personalidad de sus anfitriones para no ser descubiertos, mientras le succionan su energía y pudre por dentro el cuerpo de su víctima.

Mi mente divaga en Lili, ella se ha negado reiteradas veces a dejar el cuerpo y ciertamente ha mejorado en eso de la manipulación emocional, sin ella saber que significa. Y me ha hecho convencer varias veces a Jessica de dejarle un tiempo más al cuerpo de su aliada.

—O sea que este mundo, para los demonios, sería como su alacena, y nosotros su botana—Concluye Giselle. Danielle asiente. La rubia me mira. —¿Y tú que mierda eres? ¿Mitad depredador y mitad presa?

Menciona que mi sangre en parte es de demonio. Su pregunta me confunde, y sinceramente no tengo tiempo para crisis existenciales, así que solo me encogí de hombros.

—Fácil, es una Eckvan—Responde Danielle. Giselle alza una ceja, más agobiada que antes. —Nara siempre decía que a los Eckvan hay que dejárselos a los Eckvan, ellos son la cima de ambos mundos, dueños de ambos mundos.

—"A los Eckvan lo que es de los Eckvan"—Musita Giselle, antes de esbozar una sonrisa divertida. —Imprímelo en unas camisetas para los gemelos.

—Dire mi opinión al respecto—Sereh, mi brujo pirata favorito, abre la boca, y yo lo miro de inmediato. —Yo tuve el placer de conocer a Yris Eckvan, segunda hija de Hayes Eckvan—Dice. —Y lo que Danielle dice es cierto, los demonios no siente, no aman ni odia, solo comen, de una forma devastadora.

—Leí sobre ella—Añado. —Casi le arrebata el trono a Rhea.

—Sí no fuera porque Diana Eckvan también la odiaba, lo hubiera logrado—Dice Sereh. —La diferencia entre Rhea y Diana Eckvan, es que mientras Rhea era impulsiva, su padre no la creía apta para gobernar. Diana Eckvan pensaba cada movimiento y poseía a aliados poderosos.

—Ahí tienen un demonio puro sin siquiera haberse convertido en uno—Susurra Danielle.

—De nada sirve una existencia sin amor—Confieso.

Sword Onyx [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora