•|♔| Treinta y uno |♔| •

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El rey Kim dijo querer tomar aire, y por eso
Jungkook fue a buscarlo al jardín, pero no lo encontró ahí sino apoyado en el arco de la puerta que daba al jardín oeste, el más cercano a donde estaban anteriormente.

Se acercó a él y se paró a su lado, un paso más adelante de donde se encontraba el otro, sin decir nada durante algunos segundos. Namjoon lo miró, más no dijo nada porque sabía que el menor se había dado cuenta de que algo le sucedía, y lo conocía lo suficiente como para saber que no iba a presionarlo para que hablara.

—Aquí no llega el suficiente aire fresco que
necesitas —dijo el alfa puro, y luego comenzó a caminar hacia el jardín—. Ven, déjame mostrarte el jardín de mi esposo.

El rey Kim lo siguió en silencio. Caminaron a la par, en silencio y disfrutando del agradable clima del día.

—Realmente te luciste con el jardín —halagó el mayor, admirando las distintas flores del lugar—. Ya veo porqué a Taehyung le gusta tanto.

—Solo lo mejor para mi esposo —respondió
Jungkook con orgullo—. Adora las flores y plantas. Fue su idea llenar los pasillos con ellas, y por eso ahora todas las ventanas están abiertas, para que les de el sol, y los empleados disfrutan cuidándolas.

—Me di cuenta de que ninguna de ellas son
cortadas para decorar, sino que están creciendo y viviendo en masetas —comentó Kim recordando su observación de hace unos minutos.

—Tae dice que las flores no son simples
decoraciones, y que merecen ser cuidadas y no simplemente arrancadas para embellecer un lugar —contó sin dejar de sentirse orgulloso de la filosofía de vida de su amado—. Creo que eso es una de las cosas que más me gustan de él; respeta y valora a todo ser vivo.

—Cualquiera que lo conozca quedaría
sorprendido y fascinado con su persona —dijo el mayor siendo totalmente sincero—. Creo que es una persona maravillosa por lo poco que lo conozco, y digan lo que digan algunas personas, se nota que en verdad te ama.

Jungkook no pudo evitar sonreír al escucharlo. Levantó la mirada hacia la pequeña nube que cubrió el sol por un momento, sin dejar de caminar.

—Soy afortunado de que me ame de esa forma también, ya que yo lo amo desde el momento en el que lo vi —bajó la mirada nuevamente hacia el frente—. Mi corazón me dijo que debía de hacer que sea mío, y mi lobo me confirmó que él era el omega con el que debía de estar hasta el día de mi muerte… —se detuvo haciendo que el otro copiara su acción, y volteó la mirada hacia él—. ¿Qué fue lo que te dijo el tuyo con respecto al sobrino de Lucy?

Namjoon lo miró con los ojos abiertos,
sorprendido de que se haya dado cuenta de lo que sucedía con él. Y como si el menor leyera su mente, agregó:

—Incluso Tae se dio cuenta de que algo te
sucedía y me dijo que viniera contigo —comentó.

Namjoon chasqueó la lengua y se regañó a si mismo por no saber disimular. Pero luego lo miró aún más confundido.

—Espera, ¿Cómo sabías que ese chico tiene algo que ver?

Jungkook picó su nariz con su dedo índice dos veces, y lo miró como si fuera obvio.

—Tu aroma cambió estando en esa habitación, al parecer inconscientemente estabas liberando feromonas para atraerlo —respondió simple—. También no apartabas la mirada de él sino hasta antes de irte, cuando pareciste darte cuenta de algo y huiste.

—Huir suena muy feo —respondió volteando el rostro para evadir su mirada—. Digamos que no quise enfrentarlo o pensar demasiado.

—Justamente eso es huir.

𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒁𝒂𝒇𝒊𝒓𝒐 |  𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora