•|♔| Cuarenta y nueve |♔| •

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Lo mucho que lo había extrañado no podía ser descrito, pero si podía ser demostrado.

Sus manos recorrían cada parte de su cuerpo sin prisa, como si tuviera todo el tiempo del mundo y quisiera que cada centimetro de su suave piel fuera recordada con facilidad. Taehyung tampoco se quedó atrás y solo recibiendo caricias, él también quería sentirlo y acariciar todo su torso, cada músculo de su alfa era tan grande y fuerte que lograba encender su parte más traviesa y lujuriosa.

Comenzó a desabrochar cada botón de la camisa impropia, y cuando ya tuvo todo su pecho al descubierto, Jungkook se alejó para quitarse la prenda y poder mostrarse a su esposo. Se miraron a los ojos y sonrieron al darse cuenta de que ambos tenían el mismo brillo emocionado y feliz de volver a estar juntos.

—¿Elegiste éste hermoso pijama solo para mí, amor? —preguntó el alfa admirando una vez más a su esposo con esa prenda antes de quitársela—. Te ves precioso…

Taehyung no pudo evitar sonrojarse un poco por la intensa mirada de su alfa sobre su anatomía con ese pijama tan bonito que Gahyeon le dio para “la reconciliación” de esa noche. Asintió, y pasó sus manos por su pecho de forma lenta, atrayendo la mirada del mayor que siguió el movimiento de su mano hasta una de las tiras de la prenda, y comenzó a bajarla.

Solo quería tentar al alfa un poquito.

—Me encanta… —dijo Jungkook con su voz
algunos tonos más graves, acercando sus manos al límite de la falda de la prenda—. Pero me gusta mucho más quitártelo.

Tomó la prenda y la subió poco a poco. Taehyung levantaba su cuerpo ayudando en la tarea, y cuando la prenda fue retirada y lanzada a algún lado de la cama, y el azabache gruñó gustoso al ver que su adorable esposo no llevaba puesta ropa interior. Taehyung se abrazó al cuello de su esposo buscando juntar sus labios una vez más. Jungkook abrazó su cintura y lo hizo reincorporarse al mismo tiempo que él tomaba asiento para hacer que quedara a
horcajadas suyo.

El peligris se alzó un poco cuando los labios del mayor buscaron su pecho, y supo lo que iba a hacer.

El azabache llevó su boca a uno de los preciosos pezones medio erecto de su amado, y comenzó a chupar, lamer y morder levemente. Con su mano libre estimuló el otro. Al escuchar los gemidos bajos del menor quiso sonreír y a la vez comenzar a llorar porque creyó que ésto no volvería a pasar en mucho tiempo, pero si estaba pasando.

Taehyung por su parte, comenzó a moverse de forma lenta y en círculos sobre su ya gran erección, y sus manos acariciaban el pecho al descubierto, arañando levemente porque sabía que eso le gustaba a su esposo. Bajó sus manos y comenzó a acariciar la erección contraria por sobre la tela, y el alfa al sentirlo levantó la mirada para conectarla con la suya.

Las fuertes manos del azabache bajaron hasta sus nalgas, las cuales separó solo para luego llevar su dedo corazón a su entrada ya húmeda del omega, y hacer que lo estuviera aún más al ingresar su dígito hasta el fondo.

—Tu cuello está demasiado limpio de mí, amor —habló Jungkook observando la zona. Su lengua mojó sus labios, y cuando el omega dejó expuesto su cuello para que lo marcara a su gusto, así lo hizo, pero antes de eso agregó—. Tú también puedes marcarme si quieres, mi amor.

Ante la idea, Taehyung se mordió los labios
ansioso. La idea de también marcarlo como el mayor lo hacía, era extrañamente excitante e iba a hacerlo.

—Aah… Kook… —el alfa metió otro dedo, y se movió buscando ese punto que volvía loco al omega, hasta que lo encontró—. ¡K-Kook, no…!

Eso dijo, pero se estaba moviendo en busca de más contacto y velocidad. La sensación de su cuello siendo succionado levemente cuando el otro lo marcaba, junto con su mano libre que acariciaba una de sus nalgas, estaban haciendo que todo el pantalón de pijama del mayor quedara completamente empapado por sus fluidos.

𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒁𝒂𝒇𝒊𝒓𝒐 |  𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora