Durante las últimas dos horas Jungkook estuvo intentando no preocuparse al sentir a su esposo nervioso y algunas veces algo triste, luego avergonzado. No comprendía qué podía estarle sucediendo como para que se sintiera de esas tres formas en poco tiempo, pero iba a preguntarle que ocurría en cuanto llegaran.
—Quizás te extraña —opinó Namjoon sentado frente a él.
El alfa sonrió leve ante sus palabras, y asintió.
—También lo extraño.
—¿No te preocupa dejarlo solo en el castillo con tus padres y abuelos?
—No —negó tranquilo—. Los guardias que puse a cuidarlo y vigilarlo son los más confiables y buenos que tengo, y como a mi amado no le gusta estar mucho tiempo solo, alguna de las sirventas simepre está con él. y mi familia saben que no deben de acercarse a nuestro lado del castillo —explicó—. Y, en el hipotético caso de que llegaran a cruzarse, saben que no pueden tocarle ni un pelo, y si quisieran insultarlo o denigrarlo, Tae sabrá ponerlos
en su lugar.—Aún no puedo presenciar alguna escena en la que humille a tus padres —se quejó el otro alfa chasqueando la lengua.
—Ya tendrás tu oportunidad —respondió con una sonrisa divertida.
Unos minutos más tarde, el carruaje se detuvo frente a la entrada del castillo, y Jungkook no perdió tiempo en bajar del vehículo luego de que el jinete le abriera la puerta. Fueron recibido por los guardias
que custodiaban la entrada, pero antes de ingresar, no pudieron evitar notar que había un carruaje más que no era como los de su castillo. Entonces entendieron lo que sucedía.—¿No son los símbolos del reino rubí? —
preguntó Namjoon observando el logo de una rosa roja grabada en la puerta del carruaje ajeno.Jungkook asintió, un poco más tranquilo.
Continuaron con su camino hacia dentro del castillo.—Las esperaba —admitió—. Se fueron con una buena impresión de Taehyung en mi fiesta de cumpleaños, y nunca les gustó los conflictos de ningún tipo con los demás reinos. No se unirían a esa guerra ni aunque todos los reinos estuvieran unidos, porque además de eso, los beneficios económicos con nosotros son los que mantienen una
gran parte de el comercio de gemas por el que son tan famosos.—Son inteligentes y saben en qué cosas meterse y en qué no —acotó el alfa castaño—. Además, no son malas personas. La reina Sieun es una noble que solía llevarse bien con la gente de más bajo estatus desde siempre, y su esposa fue contagiada con su bondad.
Cuando cruzaron las puertas fueron recibidos por los empleados que en ese momento estaban limpiando los suelos y decoraciones del lugar. Yubin, que estaba sacando el polvo de las pequeñas mesas donde posaban jarrones lujosos, al verlos
saludó a ambos con una reverencia antes de hablarle al príncipe.—Alteza, las reinas del reino rubí llegaron hace un par de horas —avisó—. Su esposo está en la sala con ellas en este momento, lo están esperando.
—Gracias por avisarme —agradeció el azabache a la mujer.
Ambos alfas caminaron hacia la sala, e
ingresaron sin aviso. Los tres que ya estaban dentro de la habitación voltearon a ver a la puerta, y el omega sonrió cuando sus ojos conectaron con los de su esposo. Se puso de pie y caminó a paso rápido hacia su alfa, que al verlo acercarse le sonrió también y abrió los brazos para recibirlo.Taehyung abrazó su torso y enterró su cara en el fornido pecho ajeno, respirando hondo para disfrutar del aroma delicioso de su esposo que tanto extrañó. Jungkook lo abrazó con la misma emoción pero sin ser brusco, y besó su cabello también disfrutando de su aroma favorito: arándanos.
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𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒁𝒂𝒇𝒊𝒓𝒐 | 𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽
NezařaditelnéHola! Esta historia no es mía, todos los créditos son para GreenGoGo. Yo solo la voy a re subir para aquellas personas que no pudieron leerla o que quieren releer, ya que el fanfic fue bajado de la plataforma. ▪︎Prólogo: -Yo, Jeon Jungkook, acepto t...