•|♔| Veintiuno |♔| •

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Todo el castillo era un caos.

Jungkook ordenó de inmediato que todo el castillo fuera revisado; en especial el lugar en donde se habrían disparado las flechas según la trayectoria, pidió aumentar el número de guardias en todos los lugares del castillo y en el jardín, y también ordenó que todo aquél que haya creído ver algo sospechoso fuera a informarselo de inmediato.

—Revisen los alrededores del castillo también, e interroguen a todo aquel que haya pasado por allí y haya visto algo sospechoso —ordenaba Jungkook con la voz calmada pero llena de ira contenida—. Traigan las flechas y que los guardias de la armería vengan, necesito hacerles unas preguntas.

—En seguida, alteza —respondió uno de los guardias, y se retiró de su despacho junto con los demás que lo habían acompañado.

La puerta se cerró y Jungkook suspiró hondo. Bajó la mirada hacia el cabello de su esposo que desde lo ocurrido no había querido separarse de su lado ni soltarlo. Suspiró sobrepasado por todo lo ocurrido y se obligó a sí mismo a darse cuenta de que en ese momento su esposo lo necesitaba, necesitaba que lo hiciera sentirse seguro, a salvo.

Acarició su espalda a la misma vez que intensificaba su aroma para que el omega se calmara más fácil con eso.

—Ya pasó, mi amor —dijo, y apoyó su barbilla sobre su cabeza—. No tienes que preocuparte por nada. Voy a averiguar quien se atrevió a querer lastimarte y me haré cargo de que nadie vuelva a intentar nada en tu contra, te lo prometo -dijo sonando tranquilo solo para no alterarlo, porque en realidad le estaba costando horrores tranquilizarse él mismo.

Taehyung dejó de temblar poco a poco, y se aferraba con más fuerza al traje del alfa armandose de valor para comenzar con la conversación que quería tener con el mayor.

—¿Cómo está Hoseok? —preguntó el omega.

—Esta asustado, obviamente. El señor Jung y Gahyeon están con él intentando calmarlo.

—Quiero verlo antes de que se vayan... —pidió.

—Claro, amor. Lo que quieras —aceptó sin problemas.

Taehyung se separó del otro lo suficiente como para mirarlo a los ojos pero sin dejar de abrazarlo porque aún necesitaba sentirlo cerca.

—Jungkook, ¿Hay algo que no me estás diciendo? —preguntó serio, con una mirada interrogante—. A algo que tenga que ver con lo que pasó hoy.

—¿Qué te hace pensar que hay algo importante que no te he dicho? —preguntó tranquilo, curioso incluso.

—No soy estúpido, Jungkook -dijo frunciendo el ceño, mirándolo con seriedad—. Hace unas semanas luego de que Brook te entregara una carta comenzaste a dejar más guardias cerca mío, me acompañaban hasta al baño y revisaban si no había nadie dentro —comenzó a explicar recordando esos días—. Cuando fui a tu despacho era para preguntarte a qué se debía pero me llegó el celo y ya luego se me pasó por alto.

—Definitivamente no eres estúpido, amor. Jamás creí eso —aclaró negando con la cabeza—. Si venías a preguntarme iba a responderte cualquier duda, amor. Solo que no te lo dije en primera instancia porque no era algo que estuviera confirmado, pero ahora no hay dudas de ello...

Su expresión cambió a una mucho más seria, y acarició ambas mejillas impropias durante unos pocos segundos antes de alejarse del omega con la intensión de ir hacia su escritorio. A penas soltó el cuerpo impropio, Taehyung sintió pánico y volvió a lanzarse al alfa para rodear su cuello con sus brazos.

—N-No te vayas —suplicó hundiendo su rostro en su cuello—. No me dejes aún, por favor...

A Jungkook, lejos de sentirse feliz por sus palabras, ver a su esposo asustado hasta el punto en el que no podía alejarse de él por miedo, le partió el corazón y solo hizo que se sintiera aún más enfadado con quien sea que intentó dañarlo.

𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒁𝒂𝒇𝒊𝒓𝒐 |  𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora