•|♔| Setenta y nueve |♔| •

3.2K 188 30
                                    

━━━━━━━━━━━━━━━━━
Dos semanas después.
Jardín del castillo  zafiro.
━━━━━━━━━━━━━━━━━

La tarde era realmente agradable. No hacía calor, pero tampoco mucho frío. Unos 23 grados los acompañaban, junto a un cielo con pocas nubes y un sol cálido.

En el jardín este, sentados en los asientos de madera con cojines que el rey Jungkook le regaló a su esposo, se encontraban sentados dos omegas en cinta charlando mientras comían fruta picada a pedido del omega pelirosa que estaba teniendo uno de sus habituales antojos debido al embarazo. Frente a ellos a unos veinte metros, se encontraban los padres de sus cachorros en camino, teniendo un entrenamiento de espada.

—Yoongi estuvo algo triste estos últimos meses creyendo que debido a la pérdida de su ojo no iba a poder combatir —comentó Jimin a su mejor amigo, con su mirada fija en su amado que intentaba esquivar todos los ataques no letales del alfa puro—. Decía que ya no iba a poder protegernos o serle de ayuda a Jeon…

Park tenía ya una notoria barriga de seis meses a la que casi siempre estaba acariciando por sobre la tela de sus vestidos ligeros que Taehyung pedía a Gahyeon hacer para él.

—Pero está haciéndolo muy bien —dijo el omega peligris—. No creo que sea un problema tan grande para él. Kook siempre dijo que si fuera un alfa puro, no podría ganarle en fuerza y agilidad a Yoongi.

Éste ya tenía una preciosa y ligera curvatura en su abdomen, porque sus cachorros ya tenían tres meses y seguían creciendo sin problemas o complicaciones. Su alimentación había cambiado un poco, ya que ahora debía de comer más sano y beber más agua que antes. Debía de descansar y procurar no tener tanto estrés en su día a día. Lo llevaba muy bien hasta ahora porque Jungkook lo acompañaba en las comidas, y también a todos lados prácticamente.

—Del lado en donde ya no ve le cuesta defenderse porque no ve los ataques llegar de ese lado… —dijo Jimin mientras masticaba su pedazo de manzana sin cáscara porque ahora no le gustaba, le provocaba disgusto—. Debe de mirar hacia ese lado casi al mismo tiempo que al otro para no recibir ataques o poder esquivarlos.

—Kook va a enseñarle bien. No te preocupes por eso, alteza —quiso tranquilizar el menor.

—Cuando no pudo participar en la guerra estuvo un poco deprimido, por eso ahora quiere volver a mejorar para no sentirse inútil. Aunque yo le dije que no lo era, pero este beta es incluso más terco que yo en cinta —se quejó dándole una gran mordida a su rebanada de sandía.

Taehyung solo rió por eso. Su mirada se fijó una vez más en la panza que se notaba por debajo de la tela de color verde claro que vestía ese día.

—Alteza, ¿Cómo se sintió estos meses? —preguntó Taehyung refiriéndose a su embarazo—. Quiero decir, ¿Cuales fueron sus síntomas?

Jimin volteó a verlo y negó con la cabeza varias veces.

—Los primeros tres meses fueron náuseas. Muchas náuseas —dijo con un gesto de dolor—. Mi garganta dolía de tanto hacerlo y debía de comer y beber nuevamente luego de hacerlo para no ponerme peor. Luego estos antojos que, pobre Yoongi —dijo soltando un suspiro—. ¿Cómo lo estás pasando tú?

—Náuseas tuve muy poco hasta ahora —dijo recordando la vez en la que vomitó sobre el suelo a penas despertó, asustando al alfa puro que hizo llamar a beta que se encargaba de controlar su embarazo y al médico de cabecera juntos—. Lo que sí me atacó feo fueron los mareos. Siento que me desvanezco y tardó algunos minutos en recuperarme.

—Menos mal que no te haz desmayado. Ya
puedo imaginar a Jungkook alarmado y creyendo que pasas al otro lado —bromeó—. Yoongi es como un gatito. Atento, pero callado y tranquilo. Solo reacciona de manera exagerada cuando se asusta.

𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒁𝒂𝒇𝒊𝒓𝒐 |  𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora