✯ᴹᴬᴿᴬᴶᴴᴬ✫
Los cascos del caballo resonaban en la quietud de la oscura noche; el resoplido cansado del animal creaba una neblina en el aire frío, mezclándose con su jinete. La velocidad del caballo era majestuosa, su galope se intensificaba con cada paso.
El jinete no mostraba señales de detenerse; su mirada fija al frente reflejaba ansiedad e impotencia. La Alfa jadeaba de cansancio, con el cuerpo dolorido y las heridas que no dejaban de sangrar, pero aún así continuaba.
Su larga cabellera, trenzada en dos, se agitaba al ritmo del galope. Sólo tenía en mente a una persona, y la ansiedad crecía con cada segundo eterno que pasaba sin llegar a su destino.
Pensaron que era ingenua, que no los descubriría, pero ella lo había hecho. Aun así, le frustraba no haberlo sabido a tiempo. La habían enviado lejos de su líder junto con su equipo, apartados de su lado, dejándolo solo.
Sabían de lo que él era capaz, pero cuando estaban los cinco juntos eran invencibles; se complementaban, y esa conexión se convertía en una desventaja para sus enemigos. Por eso les habían tendido una trampa.
Habían traicionado a su líder, lo habían hecho de la manera más vil y enferma. Su propio hermano y manada les habían dado la espalda, apuñalándolo sin piedad.
Ella junto a cuatro alfas conformaban un equipo que eran leales a Denix, ellos se habían encargado de ajustar cuentas, disfrutando el momento en que desgarraban las gargantas y veía cómo el brillo de los ojos traidores se desvanecían lentamente.
Pero la lucha era numerosa para solo cuatro alfas, y solo ella logró salir con vida de ese enfrentamiento.
En una expedición que ella debía liderar, supuestamente para proteger una de sus tierras más importantes, había sido una farsa. No había enemigo alguno en el lugar, sólo una trampa de la que no se dieron cuenta hasta que fue casi demasiado tarde.
Se percató de la traición a mitad del camino, cuando notó la ausencia de cualquier movimiento hostil, y sus sospechas se confirmaron cuando intentaron envenenarla. No les costó mucho esfuerzo torturar al más débil de ellos y arrancarle la verdad.
Descubriendo que aquellos traidores servían al hermano de su líder, y no dudó en acabar con ellos. Usando todo lo que traían consigo y la furia de ser traicionados, los cuatro alfas acabaron con más de doscientos alfas enemigos. Pero solo Marajha salió con vida de ese lugar.
Su cuerpo llevaba heridas profundas, pero nada era tan importante como llegar a su líder y comprobar que estaba bien. Aunque la visión se le nublaba, ante el dolor de perder a su equipo y amigos, se rehusaba a derramar una sola lágrima.
Pensó en Denix. Él lo era todo para ella; su salvador, su guía, su hermano y amigo un ser a quien respetaba y admiraba como a nadie. Le había jurado lealtad y estaría a su lado hasta el día de su muerte.
El corazón de Marajha latió con fuerza al ver las enormes puertas de la manada a la vista, pero la emoción se desvaneció de golpe al notar que estaban abiertas de par en par, sin la vigilancia habitual. No necesitó mostrar su placa de general en jefe que normalmente le daba acceso; no había nadie custodiando la entrada.
Inmediatamente comprendió que algo terrible había ocurrido. El pueblo, normalmente animado y ordenado, era ahora un completo desastre. Había objetos volcados por doquier, y los cadáveres de los guardias que lideraba yacían esparcidos en el suelo.
La ansiedad la invadió y, sin detenerse a observar más, azotó las riendas de su caballo y galopó directo hacia la mansión principal.
La fuerza de Marajha aumentó, y sin vacilar, se lanzó de un salto desde el caballo y corrió hacia la entrada de la mansión. En el camino, se encontró con algunos guardias que, sin dudarlo, se abalanzaron contra ella.

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ωιʅ𝚍 𝙳єѕтιиу ♡•°
Romance"𐐛օ 𝚙𝖊օ𝔯 𝒹𝖊 𝗎𝖓ɑ 𝘵𝔯ɑⅈcⅈօ𝖓 𝖊𝓼 𝒒𝗎𝖊 𝖓𝗎𝖓cɑ vⅈ𝖊𝖓𝖊 𝒹𝖊 𝗎𝖓 𝖊𝖓𝖊mⅈ𝓰օ" Denix fue testigo de ello, cuando su propia familia traicionó el amor y el respeto que él poseía por ellos... Sus verdugos, su padre y hermano mellizo. Su padr...