Capítulo 7

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Benedict despertó, aún seguía sin olfato, estiró los brazos, luego las piernas, algo crujió en una rodilla, movió las sábanas y se sentó mirando hacia la ventana, era un día frío, por lo menos no llovía.

Se levantó, como un reflejo puso sus manos en la cabeza para aguantar el dolor pero reconoció que ya no le dolía; camino donde estaba la taza con agua, se desvistió, limpió todo lo que posiblemente olía mal, el no lo sabía claro, pero ya llevaba tres días sin limpiarse, desde el baño que compartió con Sophie.

Que locura, esa noche la desvestí, pero por mi vida, no recuerdo nada, ni sus pechos, ni sus caderas, mi memoria está vacia. Solo recuerdo que ella lloraba porque estaba muy asustada. Pensó.

Humedeció su piel con el paño, luego tomo la tela enjabonada, la paso solo por las áreas importantes, se quitó el jabón con el paño y se secó con la toalla.

Camino desnudó por la habitación, buscando que ponerse, encontró un pantalón que le quedaba flojo, una camisa blanca y uno de sus chalecos favoritos, camino hacia el cordón para llamar a la señora Crafty, volvió a acostarse en su cama.

Un par de minutos pasaron cuando la señora Crafty tocó la puerta, entro en la habitación con una bandeja, que puso en una mesita que había al frente del juego de sillones; le indico que se levantará. Benedict se sentó en el sillón. Ella cambio la lencería de la cama, abrió las ventanas. Él volvió a la cama. La señora Crafty le puso la bandeja de comida en la mesita de noche. Luego busco algo en su delantal, saco un frasco y lo puso al lado de la bandeja.

- que es?

- para que pueda respirar, cuándo termine de comer, se descubre el pecho y se lo esparce.

- entiendo, gracias señora Crafty.

- por supuesto, lo dejaré comer. En unos minutos le diré a Sophie que suba para que le haga compañía.

- oh, no quisiera molestarla.

- para nada, ella me encomendó que le avisará.

La señora le sonrió, tomo la lencería sucia, la ropa que Benedict se había quitado y salió de la habitación, tras ella cerró la puerta.

El segundo Bridgerton había terminado de comer, espero y esperó, pero Sophie no llegaba, por lo que se quitó la camisa y chaleco. Abrió el frasco, trato de olerlo, solo sintió algo mentolado.

Espero que no tenga mal olor - pensó.

Lo esparció por su pecho; acomodó unas almohadas en su espalda para permanecer sentado, poco a poco una sensación fría crecía en su pecho, pero empezó a respirar por la nariz. Alguien tocó a la puerta.

- Puede pasar - le dijo

Sophie asomó su rostro, cuando lo vio entro en la habitación sin quitar su mirada del suelo, cerró la puerta tras ella, Benedict notaba algo familiar en ella.

- creo que reconozco - empezó a decir.

La joven dio un pequeño brinco, su rostro palideció, él sonrió, no pensaba regañarla.

- es ese mi cinturón?

- oh - Sophie empezó a quitarse el cinturón.

- no, no fue lo que quise decir. Te lo puedes quedar, tengo varios.

- no sabía que era suyo, la señora Crafty lo dejo para mí en la habitación.

El vestido que tenía Sophie era bonito, pero le quedaba grande a la joven, lo que Benedict agradecía, porque no sabía cuánto tiempo podría aguantar si la seguía viendo con solo sus camisas. Al quedarle grande, no se le veía ninguna de sus curvas.

La Noche que Cambio Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora