La Noche que Cambio Mi Vida

Capitulo 29

Al llegar a casa Polin, Benedict le dio el baúl al mayordomo de Colin.

- mi hermano está en casa?

- si señor, están cenando.

- Bien.

El segundo Bridgerton tomo de la mano a su prometida, para guiarla. Sophie no podía evitar sentirse nerviosa, conocer a Lady Whistledown era uno de sus mayores fantasias, casi tan grande como casarse con Benedict; las puertas del comedor se abrieron, los barones estaban bromeando entre ellos cuando la pareja llegó, ambos se quedaron en silencio.

- Hermano - dijo Colin.

- Sophie! - saludo Penelope, mientras se levantaba para saludarla con un gran abrazo.

De la emoción, ella no podía hablar solo asentía.

- no sabíamos que te íbamos a conocer formalmente esta noche - continuo Penelope - ya comieron?

Sophie seguía asintiendo sin saber que más hacer, Penelope la empezó a mirar extrañada.

- soy tu más grande fanática!

Los barones miraron a Benedict. El solo se sonrojo.

- no hemos cenado - dijo el segundo Bridgerton.

Lady Featherington llamo al mayordomo para pedir dos platos más, esperaron que se los sirvieran y les pidieron a la servidumbre a salir del comedor.

- cuando dijiste que eres mi fan, te refieres a que soy la editora de las bitácoras de mi esposo?

Benedict tosió - no, por lo otro.

- entiendo - dijo Penelope.

- ya que vas a formar parte de esta familia entiendo porque Benedict te lo compartió, pero debes recordar que eso no se debe mencionar a nadie más que no sea Bridgerton o hablarlo cuando la servidumbre este presente- añadió Colin

- lo lamento, - se disculpó- es que estoy tan emocionada, muchas veces quise ser como tú, independiente, ganando mi propio dinero.

Penelope le sonrió emocionada, era la primera vez que cualquier persona que se enteraba de su secreto la alababa en lugar de juzgarla, mentalmente o oralmente.

Ambas parejas siguieron comiendo sin hablar por un par de minutos, Penelope y Benedict se quedaron mirando la velocidad con la que Colin y Sophie comían, parecían que llevarán horas sin probar bocado.

Los cuñados se miraron entre ellos casi que burlándose de sus parejas.

- vinimos está noche, para pedirles a los dos un favor.

- por supuesto - dijo Penelope algo preocupada.

- Sophie cree que es indecoroso - Sophie le pego por debajo de la mesa, el se quejó mientras reía - que ella y yo vivamos juntos antes de casarnos, así que.

- no tienes ni que decirlo, por supuesto que es bienvenida a quedarse aquí, si no te molesta el llanto de nuestros hijos por la noche.

- por supuesto que no, será un placer vivir en la misma casa que Lady...! WHISTLEDOWN - solo pronuncio las palabras sin sonido - Featherington.

- me puedes decir Pen, después de todo seremos hermanas - le sonrió.

(...)

Amanecer en la casa de Lady Whistledown era una experiencia extraordinaria, no lo comparaba ni de cerca con amanecer en la cama de Benedict, era maravilloso de una manera distinta.

Después de arreglarse bajo las escaleras admirando la casa, en una de las paredes estaba la pintura de la familia, ella ya sabía que los barones tenían dos niños pero nunca los había visto en persona. Era innegable que la pintura era de Benedict, sus trazos eran únicos, bastante delicados.