La Noche que Cambio Mi Vida

Capitulo 18

Sophie Beckett había escuchado de Rosemund, Posey y Araminta lo mágico que era el teatro, no porque se lo comentaran en confidencia por su puesto, básicamente ella estaba ahí trabajando mientras hablaban entre ellas.

Vivir la experiencia era algo que realmente la emocionaba por lo que no negó la invitación del doctor Collins, esa mañana había ido con la modista de la ciudad, en busca de un vestido acordé a la ocasión, la mujer que la atendió, tenía un vestido que le sobraba porque la dama que se lo pidió, no lo pudo pagar, era una talla más que Sophie por lo que tardaron un par de horas arreglandolo a la medida. Era de un rojo, hermoso, la tela era delicada.

La diseñadora se sentía tan orgullosa de su trabajo que le ofreció a la señorita Beckett que le devolvería el dinero si le traía cinco clientas, sólo tenía que decirle a quien estuviera interesada, la dirección de la modista, lo que Sophie acepto feliz.

Al llegar el lunes ella recibió el vestido en la mañana, le dictó las lecciones a Cynthia como todos los días, almorzaron, siguieron las clases hasta que llegó la hora del té con galletas, la ama de llaves/nana se llevó a la niña, no sin antes mencionarle que el señor Marshall la solicitaba en la habitación.

Sophie estaba algo consternada con la solicitud, no se imaginaba que podría necesitar el general, tocó la puerta, escucho que le dieron permiso para entrar.

- señor Collins podría darnos un minuto.

- por supuesto.

El doctor salió de inmediato, Sophie llevaba días que no veía al general, pero en ese momento lo vio más enfermo que antes, parecía que Bath en lugar de ayudarlo lo estaba enfermando más.

- señorita Beckett por favor siéntese - dijo con trabajo.

Ella asintió, tomó asiento en la silla del doctor que quedaba más cerca de la cama.

- se preguntara que hace aquí.

Ella no pensaba negarlo por lo que simplemente asintió.

- si señor, no me imagino.

- como podrá ver, mi fin está más cercano, hoy el doctor en el centro me informo que ahora solo hay que esperar lo peor, pero yo - unas lágrimas empezaron a salir - estoy muy preocupado por la pequeña Cynthia.

- entiendo - le agarró la mano, para darle valor- pero no sé qué quiere de mi.

- necesito que se case conmigo lo más pronto posible.

Sophie se quedó muda, le soltó la mano. Si le hubieran dado una oportunidad se hubiera imaginado diferentes escenarios sobre porque el general la había solicitado en su habitación, pero nada, ni por un segundo se imaginaria lo que le estaban pidiendo.

- no se qué decir.

- se que no es algo sencillo de aceptar, tiene que saber que no tengo ninguna intención en copular - se rió - aunque la tuviera no podría - empezó a toser - como le digo lo que me preocupa es Cynthia, si no tiene una madre la tutoría legal quedaría en manos de mi hermano menor - negó con la cabeza - me preocupa que se tome libertades con el dinero.

- entiendo lo que dice general, pero yo soy mujer, los bienes que usted deje van a estar a nombre se du hermano, eso es ley.

- Apenas fallezca ella será admitida en un internado para señoritas hijas de personal de la milicia, queda en Londres, le enseñaran a ser enfermera, sólo le pido visitarla los domingos, ya que las visitas son sólo para familiares, es lo que me hizo decidir hacerla mi esposa. En cuanto al dinero, organizaré todo para que usted viva en un pequeño apartamento con un presupuesto anual como pago por las visitas. Cuando Cynthia tenga 18 años saldrá del internado y ella decidirá si quiere trabajar como enfermera o casarse con un buen hombre. Usted se encargará de administrar el dinero de la niña mientras tanto - le agarró las manos con la poca fuerza que tenía - le pido que comparta con ella en las vacaciones. Mi hija la aprecia mucho y yo aprendí a confiar en usted, después de su ayuda con mis finanzas, encontró dinero que yo no sabía que existía! Mi hermano solo heredará las propiedades, ya hice los arreglos para que el dinero de mi hija sea intocable. Se que los Bridgerton piensan contratarla de nuevo para la hijastra de la señorita Bridgerton y el señor Crane, si acepta mi oferta no tiene que volver a trabajar.