Capitulo 28

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- Benedict?

El segundo Bridgerton levantó la mirada, Sophie lo estaba mirando bastante preocupada, se arrodilló a su lado colocando una mano en la frente del caballero para intentar medir su temperatura.

- te sientes mal? Por qué estás sentado en el piso? Estas mareado?

- Sophie?

El poso ambas manos en cada lado de la cara de la joven, como si así pudiera asegurarse que ella no era un espejismo.

- te duele algo?

El negó con la cabeza.

- donde estabas? Me prometiste que no te irías.

- ah

fue lo único que dijo al entender que lo que tenía a Benedict en ese estado era porque pensaba que ella había vuelto a huir. Se giró un poco para que él pudiera ver su baúl.

- fui por mi ropa, desocupe el ... -Benedict la abrazo con fuerza- desocupe el apartamento, también hice un trato con un casero para que él se encargará de arrendarlo, le prometí la mitad del arriendo pero él se encargará si algo se debe arreglar en la propiedad.

- podrías entregarlo.

- entregarlo?

- si, si aún te quedan meses de arriendo solo debes pagar una pequeña cuota de penalización, que con gusto pagaré por ti.

- no lo entiendes, el apartamento es mío.

- tuyo?

- si - ella asintió con timidez- fue parte del trato con el general.

- entiendo

El segundo Bridgerton se levantó del suelo, para después ayudarla para que ella también se levantará, agarró el baúl que pesaba más de lo que parecía y lo puso sobre la cama. Sophie ya estaba sentada sobre ella.

- parece que el general te compro varios vestidos - dijo triste.

- la mayoría es ropa de Cynthia, la mía no ocupa tanto espacio.

El asintió. Ella se quedó observandolo por unos segundos para después decir.

- si te molesta tenerla aquí los domingos, podría decirle al casero que me devuelva las llaves.

- no - se apresuró a decir - la niña es bienvenida aquí, es solo que quería viajar a mi casita después del matrimonio.

- entiendo.

- me gustaría ver el testamento, debe haber alguna forma para que podamos llevarla con nosotros a Kent.

- hice que otro abogado lo revisara y no encontró nada.

- mi cuñado es un duque, el encontrará alguna manera, espera aquí, iré a escribir una carta.

Antes de cruzar la puerta para irse Sophie lo llamo.

- si?

- que cenaremos esta noche? Tengo mucha hambre.

- dímelo tú, eres la señora de esta casa - le guiño un ojo para desaparecer detrás de la puerta.

Sophie sonrió ampliamente, el estómago le gruñó, lo que le hizo recordar que esa mañana no había desayunado, pues le dio vergüenza ordenar el desayuno, solo se había vestido para después salir.

Agarró valor, se puso de pie y salió de la habitación, mientras caminaba por los pasillos vio algunas pinturas que colgaban en las paredes, todas eran de Benedict, una en particular le llamo la atención, porque era la suya.

La Noche que Cambio Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora