Capitulo 19

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Al llegar al teatro había demasiada gente, no podía ver al señor Allen por ninguna parte, había decidido que si no se lo encontraba en los siguientes cinco minutos se iría.

- señor Bridgerton - una voz lo saludo.

El volvió para ver quién era el que lo llamaba.

- señor Allen feliz noche, ustedes deben ser la señora y señorita Allen.

Ambas damas le sonrieron y lo saludaron.

- siga por aquí.

El caballero guío a Benedict hasta el palco de la familia Allen, la señorita cuyo nombre era Anastasia le indico que ellos se sentarian juntos, la pareja de casados se ubicarian detrás de ellos. Pero la obra de teatro aún no iniciaba por lo que estaban en un pequeño salón hablando entre ellos.

- me alegro al escuchar que el pintor estrella del museo se encontraba en Bath - dijo riendo.

Benedict asintió al hombre fingiendo su sonrisa

- la señorita Allen estaba muy impaciente por conocerlo, es una gran admiradora de su talento - añadió la señora Allen.

- solo tengo una obra conocida - sonrió.

- oh que vestido más exquisito - dijo Anastasia mientras se salía de la conversación caminando un poco hacia el palco.

Todos siguieron la mirada de la señorita, que estaba embelesada con una dama de vestido rojo, no solo ellos estaban mirándola sin parpadear, hubo un pequeño silencio, las personas que se iban a ubicar adelante miraron atrás con curiosidad. La dama de rojo ajena a lo que estaba pasando, sonreía mirando a su alrededor, el segundo Bridgerton no podía evitar sentir que había sentido esa sensación de pasmo en el pasado con la mujer de plata pero ahora la mujer era, era Sophie! Su Sophie!

- conozco esa dama - lo dijo sin pensar.

- podría presentarnos en el receso, me encantaría saber quién es su modista - dijo la señora Allen.

- por supuesto.

El no podía creer que la mujer que había buscado por seis meses estaba a tan solo unos metros de él, a pesar de estar tan cerca no lograba ver quién era su acompañante, sobre todo que estaba haciendo ella ahí. Ese tipo de lugares eran frecuentados por aristócratas, si ella estaba ahí tenía que ser en condición de acompañante, y que aristócrata traería a una institutriz, a no ser que ella sea

Su querida! Pensó Benedict

Todo el asunto de que nunca sería la querida de ningún hombre se trataba realmente de que " ella nunca sería la querida de Benedict Bridgerton", porque al parecer cualquier otro caballero si era elegible. Varios caballeros la saludaban mientras sonreían, el segundo Bridgerton no logro ver quién era el acompañante, ella se sentó en medio de dos hombres, ambos estaban hablando con ella, por lo que era imposible adivinar.

Había empezado la obra y Benedict no podía dejar de ver a Sophie, cada reacción, cada sonrisa o sorpresa, todo lo enojaba cada vez más. "Cómo era posible que el se encontraba muerto en vida porque la extrañaba a cada minuto, en cambio ella se encontraba perfectamente contenta con su vida sin él"

Cuando faltaba muy poco para que acabará el primer acto ella por fin lo notó, sus miradas se encontraron, a pesar de la distancia el pudo notar que ella estaba asustada.

Sonó la campana que indicaba el receso de treinta minutos, Benedict ofreció su brazo a la señorita Allen, que lo tomo encantada, casi que la arrastró escaleras abajo, cuando al fin la vio.

Celos, alegria, Benedict tenía todo revuelto, estaba rodeada por otras damas que parecían estar preguntando por el vestido, ella sonriendo por la atención.

La Noche que Cambio Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora