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Elena abrió sus ojos, los cuales a penas y podían ver más allá de la luz que cegaban su vista. Finalmente las paredes de madera a su al rededor le hicieron entender que estaban en lo que parecía ser un establo pequeño.
Estaba acostada sobre la tierra, y las patas frontales semejantes a las de un águila que se notaban debajo de su hocico le hicieron entender que estaba aún transformada en hipogrifo.
Con miedo del dolor que pudiera sentir, se movió para levantarse, pero ningún dolor afligió su cuerpo, estaba curada, alguien la había curado ¿Pero quién?.
Casi al instante la puerta se abrió, y los mismos pasos que se acercaron a ella la noche que cayó volvieron a resonar ahora dentro del establo, antes de que volteara a ver de quién se trataba, la voz familiar del guardabosques de Hogwarts la hizo entenderlo todo.
---Buenos días, dormilona--- la llamó, con un par de ratas muertas en su espalda mientras le hacía una reverencia ---Me alegra ver que al fin despiertas, comenzaba a creer que habías muerto, y con una caída tan alta era lo que cualquiera esperaría. ¡Pero mírate ahora!--- exclamó con una sonrisa ---Después de estar inconsciente una semana has cargado toda tu energía.
El corazón de Elena dio un vuelco ¿¡Una semana!?.
---Espero que tengas apetito--- dijo ofreciéndole una de las ratas, pero la caminata en reversa le hizo saber que no quería comerlos, aunque sí que tenía hambre ---Ya veo, ya veo. ¿Qué tal están esas alas? ¿Podrías extenderlas por mí?--- preguntó al mismo tiempo que hacía movimientos chistosos con sus brazos, como si estuviera imitando el vuelo de un pájaro.
Elena hizo caso y extendió con cuidado sus alas, pero al ver que estaban libres de daño alguno las agitó un poco emocionada, pues la última vez había podido jurar que estaba rota.
---¡Eso es!--- exclamó Hagrid con orgullo ---¿Qué te parece un paseo matutino? Podría despertar tu apetito.
Claramente Elena no necesitaba un paseo para despertar su hambre que ya quemaba su estómago, pero no le diría que no a un paseo al aire libre, así que avanzó hacia el semigigante aceptando la invitación.
---Estás en muy buen estado, serás perfecta para la clase de hoy--- le anunció mientras caminaban por el bosque ---Verás... Es mi primera clase como profesor de cuidado de criaturas mágicas, no puedo mentir, estoy nervioso--- confesó mientras jugaba con sus dedos.
Elena escuchó vagamente, pues mientras "caminaba" junto a Hagrid, buscaba con la mirada atentamente su varita, y sobre todo su baúl que había dejado caer hace una semana.
Podía conseguir otra varita, pero no una copia de las fotos de su familia y amigos que tenía en su baúl.
Cuando se dio cuenta Hagrid ya había dejado de caminar.
---Tendrás que esperar aquí, ahora tengo que ir en busca de mis estudiantes--- dijo con unas risillas esta última palabra, apresurándose a volver al castillo.
Elena pensó si aprovechar a irse corriendo ahora que podía y estaba curada para buscar a Sirius, pero por otro se sentía mal de defraudar a Hagrid en su primera clase del año.
"Unas horas no me quitarán nada" pensó, decidiendo quedarse y apoyar al guardabosques, quien realmente había sido bueno con ella y sus amigos en sus tiempos de escuela.
Además, no veía la hora de contarle a Sirius cómo había sido usada como la protagonista de una clase en Hogwarts, seguro ambos tendrían un buen rato riéndose de la historia.
Dio unas cuantas vueltas en el mismo lugar, pegando su hocico en el piso tratando de encontrar su varita perdida entre las hojas secas, pero no encontró nada.
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Mi felicidad y mi tristeza [Pt.3] Sirius y tú
FanfictionTercera parte de la trilogía del fanfic "Mi felicidad y mi tristeza" Sirius × Ti. Sucesos transcurridos en la época del trío dorado. °°°°° Prisionera de una guerra que ella quería parar. Torturada por los asesinatos de su familia y amigos a manos d...