Sr. & Sra. Black

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Peinaron el cabello castaño de Elena en un hermoso estilo recogido que no era ni muy elegante ni muy casual, varias pequeñas flores adornaban mechones de éste y colocaron el velo por la parte de abajo.

El vestido era tan hermoso como su madre había prometido, con corte de sirena, hombros descubiertos y mangas de encaje con diseños florales en esta, en la cola del vestido se habían colocado brillos que se acentuaban en medida que llegaban hasta el final.

En su cuello relucía el collar que Vallerie le había regalado en su onceavo cumpleaños, como aretes unas piedras que iban a tono.

---Estás... Estás magnífica--- dijo Eris con numerosas lágrimas en las mejillas, cubriendo su boca con sus manos para evitar dejar escapar sus sollozos, en vano.

---Mamá--- soltó Elena sabiendo los sentimientos encontrados que tenía la bruja sobre ese día, ella la abrazó con fuerza intentando que eso calmara sus nervios.

Con sus ojos rojos y cristalinos por las lágrimas miró a su hija con una sonrisa mientras acariciaba su mejilla con ternura.

---Siempre serás mi niña pequeña--- le dijo besando su frente, limpiando en seguida la lágrima que se escurrió por su mejilla ---El maquillaje--- le recordó.

Tan pronto se separaron volteó a ver a sus hijas, Jane se veía conmovida pero era Hermione quien lloraba abrazada al brazo de su novia.

---Herms...

---Es que... Es que es tan lindo... Poder presenciar la boda de tus padres... Es como mirar el origen de su amor--- sollozó.

Las mellizas se acercaron para abrazar a su madre, quien besó la cabeza de ambas.

---Me alegra haber esperado tanto tiempo para casarnos, la boda no hubiera sido lo mismo sin ustedes en ella--- Jane la apretó más fuerte al escuchar estas palabras.

---Vamos, vamos, deben estar esperándonos en el altar--- las apresuró Eris abriendo la puerta, Elena fue la uncia que no se movió ni un centímetro ---¿Hija?.

---Ahora las alcanzo, quiero... Ir al baño--- mintió.

---Oh, claro, intestino nervioso por la ceremonia, igual me pasó--- dijo Molly saliendo junto con las demás, mientras salía Alice la miró sin creerle completamente.

Cuando la puerta se cerró y no quedó nadie más que ella en la habitación, caminó hacia la mesita de noche junto a su cama, de donde sacó el álbum de fotos que había sido su compañero durante el encierro de Lucius Malfoy.

Se sentó en la cama y pasó las páginas sin prisa, sonriendo ante las imágenes: Estaba en Hogwarts con Lily, Marlene y Alice, en la sala común en su sexto año, la madre de McKinnon le había comprado una cámara y la estaban estrenando, se veían tan felices. Después estaba la foto de la navidad con los Potter, esa donde Remus se convirtió y la hirió por error, los cuatro bajo el árbol con sus ridículos suéters navideños pero con una gran sonrisa. La siguiente era del primer cumpleaños que compartió con Jasper, cuando les dieron pasteles iguales, el día en que su madre les contó de su maldición... Una imagen vieja fue la siguiente, una foto desgastada por el tiempo que capturaba a la familia White cuando aún existía, Victoire sentada sobre las piernas de su madre y Elena en los brazos de Collin. La última era seguramente del día de su nacimiento, acostada en cama estaba Eris con uno de sus bebés rojos e hinchados en brazos, el otro en brazos de Eric, quien a su lado sonreía con Neela Riddle, la Señora Tenebrosa.

Aventó el álbum a la cama lejos de ella, hundiendo su rostro entre sus manos, había sido una muy mala idea, ahora sus lágrimas se habían salido de control y opacaban su mirada.

Mi felicidad y mi tristeza [Pt.3] Sirius y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora