Gryffindor VS Hufflepuff

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Su acto valeroso de aventarse de la ventana del salón de adivinación y convertirse en hipogrifo a mitad del acto resultó ser contraproducente ya que más tardó en aterrizar qué Hagrid en amarrarla con una soga.

---¡Al fin te encuentro, pequeña traviesa!--- dijo el semigigante sonriente mientras la llevaba de vuelta, pero esta vez en lugar de dejarla en el establo como siempre, la metió con él a su casa ---Más vale que te tenga bien vigilada, ya vi que te encanta merodear por el castillo y este asunto con Lucius Malfoy aún no ha acabado.

Y así fue como Elena se vio obligada a dejar de buscar a Sirius y su varita, hasta que Hagrid comenzó a hablarle del partido de Quidditch: Gryffindor VS Hufflepuff, el cual la bruja esperaría con ansias para salir de la cabaña después de que Hagrid partiera hacia el campo.

En dos semanas después al fin llevó a cabo su plan, y cuando iba a entrar al bosque prohibido las ganas de ver jugar a su ahijado, a su hija y a Venus le ganaron a su parte responsable.

Claro que la fuerte y casi cegadora vista no la dejarían ver el partido tan bien desde abajo como esperaba, aunque cuando entró al estadio casi se va de espaldas cuando paró su caminata bruscamente al ver que todo el público estaba colocado donde ella esperaba poder refugiarse a verlo, al parecer huyendo de la lluvia también.

Cuando hizo un intento por salir tuvo que subir corriendo las escaleras cuando a la distancia vio a un grupo de profesores acercándose bajo la lluvia.

Tan pronto como llegó a las bancas de arriba la lluvia la golpeó completamente, y le impedía incluso poder mantener sus ojos abiertos por mucho tiempo.

"Qué valor" pensó para sí misma al ver a los alumnos volando dentro de las limitaciones del estadio, y entre las gotas de lluvia pudo distinguir el cabello rosado de su sobrina, quien en su mano libre llevaba una Quaffle y volaba directamente hacia los aros de goles de Gryffindor.

Mallory tenía razón en decir que era buena, justo cuando una bludger de los bateadores la iba a golpear la bruja ágilmente desvió su trayectoria, haciendo que la bludger golpeara a una de las otras cazadoras.

Elena llevó su mano sobre sus ojos a manera de evitar que les entrara el agua, intentando poder ver si la que había golpeado había sido su hija, pero descartó esta duda cuando Jane, con una coleta (como las que Sirius usaba cuando tenía el pelo largo) y una expresión de seguridad volaba hacia ella por la espalda.

Cuando estuvo justo a su lado junto al brazo que abrazaba la pelota y sin que Venus la notara, Jane tomó impulso y por el espacio que el abrazo dejaba expuesta la Quaffle golpeó con su puño para hacerlo volar fuera del alcance de la bruja.

Los espectadores vestidos de rojo y dorado gritaron emocionados al siguiente momento en que Jane tomó la Quaffle cuando estuvo a centímetros de la mano de Black.

Fue entonces, mientras sus ojos seguían el recorrido de su hija, que de reojo notó una mancha negra en las bancas en frente de ella, al otro lado del estadio.

Cuando volteó, finalmente lo vio, un perro negro enorme, casi como un lobo e idéntico a las imágenes de los libros de texto que hablaban sobre el grim, era él... Era Sirius.

La velocidad de una de las escobas que pasó cerca de ella la hizo caer sobre la banca detrás de ella, y cuando sus ojos (golpeados por las gotas de lluvia) fijaron su atención en el cielo su corazón dio un vuelco.

Lo que parecían ser cientos de nubes negras amontonadas justo encima del estadio, dejando un hoyo en medio, donde dos escobas se veían peleando por conseguir una cosa diminuta, casi invisible, la Snitch, realmente no eran nubes negras, eran dementores.

Mi felicidad y mi tristeza [Pt.3] Sirius y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora