El Trato

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Conseguir su planeada reunión con la señora Tenebrosa no fue tan difícil como pensaba, pero llevarla a cabo sí. Tuvo que hacer pociones somníferas para todos los presentes en la casa y suministrarlas sin levantar sospecha en la cena de cada quien, así nadie se preguntaría por su ausencia en la noche.

Llegaría con la bruja por medio del mundo de los espejos, al cual no había entrado desde hacía años atrás, por lo cual comprendió que no sería tan fácil encontrar el indicado como ella pensaba.

Sin embargo cuando pasó examinando las paredes en busca de pistas que la hicieran ver la mansión Malfoy, se encontró con una figura parada, observándose fijamente en el espejo.

Elena extendió la mano hacia el espejo, por acto de magia este flotó hacia ella hasta estar justo a su altura.

Un escalofrío recorrió su espalda al observar frente a ella la mirada fría y los ojos azules de la que alguna vez fue su inofensiva profesora de Adivinación.

Temía cómo esa junta pudiera terminar, pero sacudió los nervios de su cuerpo con fuerza, sabiendo que tenía que ser fuerte para poder lograr lo que deseaba, tenía que estar dispuesta a hacer sacrificios.

Tras un suspiro dio un paso hacia delante, tomando con sus manos el marco del espejo para permitir a la bruja verla también, sintiendo un escalofrío al hacerlo.

---Te estaba esperando--- fue lo primero que la bruja rubia dijo, Elena sintió un nudo en el estómago, siempre le ponía la piel de gallina saber la habilidad que la Señora Tenebrosa tenía de ver el futuro.

---Quiero hacer un trato--- comenzó, intentando sonar lo más segura que sus nervios le permitían, ella dibujó una sonrisa de lado como si le divirtiera vivir esa escena.

---Sé todo acerca de tu trato. Quieres saber si soy capaz de ayudar a Alice y Frank Longbottom. Sí, Elena, la respuesta es sí--- la castaña se esforzó por no dibujar una sonrisa en su rostro al escuchar esto ---Pero la pregunta es si tú estás dispuesta a pagar el precio.

"Cualquiera que sea" estuvo a punto de decir, pero había límites que no podía cruzar, como entregar a cambio a Harry o poner en riesgo a su familia.

---Nadie saldrá herido con lo que te pediré a cambio. De hecho mucha gente saldrá beneficiada, tú entre ellos--- Elena arqueó una ceja ---Lo que harás será complicado, sí, pero al final todo valdrá la pena.

---¿Qué tengo que hacer?--- preguntó con su cuerpo tenso de pies a cabeza, temiendo todas las posibles respuestas.

---Confiar en mí--- respondió ---Confía en mí y obtendrás lo que buscas.

---Pero...

---Ese es mi precio, tómalo o déjalo. De todas formas creo que Neville ya está acostumbrado a vivir sin papás--- Elena frunció le ceño y apretó los puños, iba a cometer una tontería.

---Acepto--- contestó la bruja sintiendo que estaba firmando su sentencia de muerte con aquella palabra.

---Sabrás de mi pronto, Elena Yaxley. Saluda a tus viejos amigos de mi parte. Como muestra de buena fe te diré que, quien delató la profecía y dio inicio a la caza de los Potter y les esconde algo más fue Severus Snape, si no me crees pregúntale qué estaba haciendo el día de la muerte de Regulus--- finalizó antes de alejarse del espejo y salir de la habitación en la que estaba, dejando a la bruja sola con miles de dudas asaltando su cabeza y la furia asentándose en su estómago.

...

Elena miraba sin atención alguna sus manos cortar las verduras que colocaría en breve en la sopa de Molly, con las palabras de la Señora Tenebrosa aún en su cabeza.

Mi felicidad y mi tristeza [Pt.3] Sirius y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora