La segunda guerra mágica comienza

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...

---¡NOOOO!--- gritó Jane desde su asiento, corriendo y empujando a la multitud a su alrededor para llegar hasta Cedric y Harry, tirándose al pasto junto a él para sostener su rostro entre sus manos.

Elena detuvo a Sirius justo a tiempo antes de que avanzara hacia su hija, pues el mismísimo Lucius Malfoy se encontraba en la multitud al igual que el ministro de magia ---Ve a la cabaña de Hagrid y espera ahí.

---¡No iré a ningún lado, Jane me necesita!--- contestó intentando liberarse del agarre de su prometida, quien lo sostuvo más fuerte.

---Jane necesita a su padre fuera de Azkaban, por favor--- Sirius gruñó pero terminó obedeciendo, convirtiéndose en perro y alejándose antes de que alguien lo viera.

En seguida su atención regreso a la multitud que sorprendentemente se encontraba en silencio, lo único que se escuchaban eran las súplicas y sollozos de Jane y Amos. La bruja se acercó al cadáver.

---¡Ha vuelto!... ¡Voldemort ha vuelto!--- exclamó Harry, un escalofrío recorrió su espalda mientras observaba a Moody y Dumbledore intentar levantarlo ---¡No podía dejarlo!... Él me pidió que trajera su cuerpo de regreso.

---Vamos muchacho--- le habló Moody levantándole del suelo, por fin apartándolo del cuerpo dándole la oportunidad perfecta a Jane para abrazarse a este.

Elena tomó aire y se acercó a su hija, arrodillándose a su lado para sostener sus hombros, frente a ellas Amos y su madre lloraban desconsolados.

---¡No mi hijo!... ¡Mi hijo no, por favor!--- murmuraban los dos.

Volteó a su alrededor buscando caras familiares, Mallory se encontraba a la distancia junto con los Malfoy (Lucius mirando a Elena fijamente) abrazada por Draco, quien intentaba evitar que mirase el cadáver.

A unos metros de ella estaba Harry caminando con Moody, acompañados de Raven. La bruja sintió su sangre hervir al verla, pero no era el momento para hacer una escena.

Hermione estaba más cerca, su boca tapada con sus manos aún en shock por lo que sus ojos veían, a su lado estaba Annezka, quien había recargado la cabeza de la castaña sobre su pecho mientras acariciaba su cabello. Lágrimas brillaban en sus verdes ojos.

Siguió haciendo un recorrido con la mirada, alguien faltaba: Venus había desaparecido de entre la multitud. Al parecer no fue la única en notar esto, pues al segundo siguiente vio a uno de los gemelos alejarse de su familia para salir del lugar.

Su mirada se encontró con la de Dumbledore, quien le hizo entender que debían inspeccionar el cadáver para descubrir el rastro del hechizo causante de su muerte antes de que fuera tarde.

Intentó levantar a su hija del suelo, pero ella se aferró al cadáver de su novio con más fuerza.

---Jane, por favor--- pidió su madre, su voz temblando por el sentimiento de tristeza que le estaba provocando imaginar el dolor de su hija en esos momentos.

---Suéltame--- le pidió sin levantar su cabeza del pecho del mago, al parecer intentando encontrar un latido de su corazón.

---Mi niña, no te tortures más. Ven conmigo--- su hija negó con la cabeza, su cuerpo temblaba en lágrimas.

---Me prometiste que volverías...--- habló Jane de repente ---Me prometiste que estarías bien...--- le reclamó a su novio, Elena intentó levantarla nuevamente mientras del estadio sacaban a los curiosos, sin conseguir ningún resultado distinto.

Podía separar a Jane de Cedric si ocupara la fuerza necesaria para hacerlo, pero no podía arrancar a su hija de su duelo de esa manera. No podía.

Ron se alejó de su madre y hermanos, se acercó a la pelinegra rodeando su cintura con sus brazos, comenzando a jalarla para separarla de Cedric.

Mi felicidad y mi tristeza [Pt.3] Sirius y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora