Capítulo 30

103 11 2
                                    

Capítulo 30

Sunny sostenía el collar en alto con una sonrisa maliciosa, disfrutando de la incertidumbre en los ojos de Tiffany. Mientras la energía del collar destellaba, Sunny dio un paso hacia adelante, apuntando hacia Tiffany con la intención de usar el poder recién adquirido. En ese instante, Tiffany se mantuvo serena, recordando su vínculo con aquel objeto.

—Este collar es parte de mi mundo —murmuró Tiffany, enfocando su mirada en el artefacto.

Sunny, confiada en el poder del collar, lanzó un rayo de energía directamente hacia Tiffany. Sin embargo, para sorpresa de todos, Tiffany utilizó su conocimiento sobre el collar y, en un movimiento rápido, activó una pequeña gema oculta en el interior del objeto. El rayo se desvió hacia el techo de la celda, dispersando los escombros y generando una distracción momentánea.

Aprovechando la confusión, Tiffany se abalanzó hacia Sunny y logró quitarle el collar antes de que pudiera reaccionar. Con el collar en su posesión, Tiffany sabía que debía manejarlo con cuidado para evitar cualquier accidente. A pesar de la ausencia de cadenas, la celda parecía convertirse en un campo de batalla improvisado.

—Ese poder es peligroso para ti —dijo Tiffany, sosteniendo el collar con determinación—. No deberías jugar con fuerzas que no entiendes.

Sunny, atónita por la sorprendente maniobra de Tiffany, retrocedió unos pasos, sin comprender cómo había perdido repentinamente el control. Aunque su confianza menguaba, Sunny no se rindió tan fácilmente.

—No te confundas, este collar me ha otorgado poder, y no permitiré que me lo quites tan fácilmente —declaró Sunny con tono desafiante.

Tiffany, consciente del riesgo que representaba aquel objeto, decidió actuar con prudencia. Sabía que poseer el collar era una responsabilidad peligrosa y, en manos equivocadas, podía resultar desastroso.

—Este collar no debería estar en tu poder. Puede causar mucho daño —advirtió Tiffany, ocultando la gema una vez más—. Y no permitiré que lo uses para fines malévolos.

La celda se llenó de una energía tensa mientras ambas mujeres se miraban con determinación. Sunny, aun sorprendida por la habilidad de Tiffany para neutralizar el poder del collar, se preguntaba cómo podría recuperarlo. Mientras tanto, Tiffany buscaba una manera segura de asegurar el artefacto, sin poner en riesgo a nadie más.

Donghae observaba la escena con preocupación, ansioso por encontrar una salida de esa situación. Estaba impresionado por la astucia y habilidad de Tiffany para enfrentarse a Sunny, pero sabía que debían encontrar una solución rápida antes de que la situación empeorara.

—Tiffany, ¿qué planeas hacer ahora? —preguntó Donghae en un susurro, intentando mantener la calma en medio de la tensión reinante.

— Debemos encontrar una manera de alejarnos de aquí lo más pronto posible. Tenemos que regresar al palacio y hacer algo con ese collar —respondió Tiffany con determinación.

Donghae asintió, pero antes de que pudieran moverse, Sunny, aunque desprovista del poder del collar, estaba nerviosa por las posibles repercusiones. Mientras sus hombres se mostraban renuentes a obedecer a Tiffany, esta se acercó a Sunny.

— Para evitar más conflictos, necesito tu cooperación, Sunny. —Dijo el rey, realmente solo quería salir de ahí sin problemas, luego de encargaría de torturar a esa maldita mujer.

Sunny asintió, aún consternada por la pérdida del poder que le otorgaba el collar. Donghae, con cautela, se acercó y, con ayuda de Tiffany, buscó unas cuerdas para asegurar las manos de Sunny y así evitar cualquier intento de fuga o ataque repentino.

Salieron del lugar con precaución. Los hombres de Sunny parecían inquietos, listos para intervenir. Tiffany, con firmeza, se dirigió a ellos.

— Por el bien de todos, les pido que no interfieran. Esto es necesario para evitar cualquier conflicto innecesario. Les aseguro que no intentaremos escapar ni causar problemas si nos dejan ir en paz.

Los hombres dudaron, pero al ver la determinación en los ojos de Tiffany, finalmente accedieron a no entrometerse. Donghae se convirtió en Dragon y les ordenó a ambas subirse arriba de él para llegar pronto a su palacio. Ambas mujeres obedecieron, aunque Tiffany tuvo que ayudar a Sunny a subir, pues esta ultima estaba atada de manos.
Al llegar al palacio Tiffany empujó a Sunny y esta cayó golpeándose fuertemente la cabeza.

—Lo siento —Dijo Tiffany bajando de Donghae. —Ahora creo que debemos terminar este trabajo pronto.

—¿A que te refieres? —Preguntó Donghae aun convertido en Dragon.

—Eres el rey, no te contengas y elimina de una vez a esta maldita.

Donghae no pudo evitar sorprenderse ante lo que dijo Tiffany, pero no se iba a negar, de un solo bocado se comió a Sunny. Por fin, la habían derrotado y esa mujer ya no sería problema alguno.

No pasó mucho para que Tiffany sintiera como alguien se tiraba encima de ella, Jennie. Ambas cayeron al suelo, pero no importaba aquello.

—Por fin regresas, Tiffany. —Sus ojos se cristalizaron. —Jimin me dijo que terminaste el entrenamiento y que fuiste a rescatar al rey.

Donghae volvió a su forma de hombre, y al igual que Tiffany, alguien se lanzó a sus brazos, era Jimin.

—Padre, he visto como devoraste a esa maldita.

—Por fin todo ha terminado —Dijo Donghae abrazando fuertemente a su hijo. —Esa mujer ya no nos hará más daño.

—Pero que gran noticia

Escucharon una voz, y de pronto un hombre apareció frente a ellos, el rey JaeJoong.

—Me alegro tanto que el rey de los Draigmen esté sano y salvo.

—¿Quién eres tú y qué haces aquí? —Preguntó Donghae.

—Soy JaeJoong, rey de los Vulcanix —Respondió. —Y he venido a cobrar algo —Miró esta vez a Tiffany.

—¡Aquí nadie te debe nada! —Gritó el rey Donghae de forma autoritaria.

—Yo le debo algo —dijo Tiffany captando la atención de todos. —Y debo pagarle

Miro a Jimin y Jennie, ellos recordaron que el rey había dicho que nada iba a ser gratis, pero no sabían de que manera Tiffany debía pagarles.

—¿Cómo le debes pagar? —Preguntó Jimin.

—Después hablen lo que quieran, ahora esta mujer se irá conmigo, solo será por un día —Se acercó a Tiffany para tomar su mano, pero Donghae se interpuso.

—¡No te la llevarás!

—¿Eres consciente de con quien estás hablando? —Preguntó JaeJoong.

—¡No te llevarás a mi mujer!

JaeJoong retrocedió y sobre el hombro de Donghae miró a Tiffany.

—Te doy exactamente 3 días para que pagues lo que me debes, si no, sobre tus hombros recaerá que los Draigmen sean exterminados por mí. —Sin más que decir, una llama envolvió al rey JaeJoong y desapareció.

.......................

Lamento la tardanza, como algunas sabrán, estoy por egresar de mi carrera, ahora estoy en mi proyecto final (Se podría decir que es la tesis), por ende, no tengo mucho tiempo, pero les prometo que si o si terminaré esta historia. Intentaré no extenderla demasiado. Gracias por su comprensión. 

ATRAPADAS EN LA PENUMBRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora