Capítulo 53

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Capítulo 53

Dos días después de la conversación en el despacho real, el rey Donghae decidió dar a conocer a todo el reino la nueva iniciativa de las princesas Tiffany y Jennie. Convocó a todos los habitantes en la plaza principal, donde solía dirigirse a su gente para comunicar importantes decisiones.

El intentaba asomarse en lo alto mientras los Draigmen se congregaban en la plaza, intrigados por la inusual reunión. Donghae, acompañado por Tiffany y Jimin, subió al estrado y se dirigió a la multitud.

— Ciudadanos de los Draigmen, hoy me dirijo a ustedes para compartir una noticia importante. Como saben, mi futura esposa, Tiffany y Jennie, novia de Jimin, han expresado su deseo de conocer más de cerca las necesidades de nuestro reino y de cada uno de ustedes.

Hubo un murmullo de sorpresa y curiosidad entre la multitud. Donghae continuó, asegurando a sus súbditos que esta iniciativa tenía como objetivo mejorar la calidad de vida en el reino.

— A partir de mañana, Tiffany y Jennie recorrerán nuestras tierras, conversarán con ustedes y estarán dispuestas a escuchar cualquier inquietud o necesidad que puedan tener. Queremos que se sientan cómodos. Ellas serán la voz que transmitirá sus preocupaciones y sugerencias directamente a mí.

Las expresiones variadas en el rostro de los Draigmen iban desde la sorpresa hasta la aceptación. Donghae continuó, destacando la importancia de la solidaridad y la colaboración en el reino.

— Sé que esta es una iniciativa inusual, pero confío en que será beneficiosa para todos. No teman expresar sus pensamientos y necesidades, pues este reino es un hogar para todos nosotros. Además, mi hijo Jimin estará acompañándolas para garantizar su seguridad y brindar apoyo en esta noble tarea.

Con un nuevo propósito y una misión clara, Tiffany y Jennie se prepararon para el desafío que tenían por delante. Mañana marcaría el comienzo de su viaje por el reino de los Draigmen, y estaban listas para escuchar, aprender y hacer la diferencia.

El sol despertó sobre el reino de los Draigmen, iluminando sutilmente el reino. Tiffany y Jennie, ataviadas con vestimenta sencilla pero elegante, se prepararon para el día que tenían por delante. Jimin, su fiel acompañante, las esperaba fuera del palacio.

El aire estaba cargado de nerviosismo mientras se dirigían hacia la primera casa que tenían programada visitar. El camino estaba flanqueado por edificaciones modestas y callejones estrechos, pero a medida que avanzaban, la anticipación se mezclaba con la determinación en sus rostros.

Llegaron a la casa de la pareja mayor, que vivía con su nieto adolescente. La residencia, aunque modesta, estaba impregnada de calidez. Jimin tocó suavemente la puerta, y después de unos momentos, esta se abrió revelando a la familia.

— ¡Oh, sus majestades! —exclamó la mujer mayor, haciendo una reverencia con respeto—. ¡Qué honor tenerlos en nuestra humilde morada!

El nieto, un joven de mirada decidida, se mantuvo en silencio, pero sus ojos reflejaban el deseo de unirse al ejército de Donghae y esperaba que esta fuera su oportunidad para lograrlo.

— El gusto es nuestro. Estamos aquí para escuchar y aprender de ustedes —dijo Tiffany con una sonrisa cálida, tratando de aliviar la tensión.

La pareja mayor se disculpó por la modestia de su hogar, temiendo no estar a la altura de recibir a sus majestades.

— No hay necesidad de disculparse. Su hogar es eso es lo que importa —añadió Jennie, tratando de transmitir tranquilidad.

—Muchas gracias —Dijo la mujer llamada NanA. —No sé exactamente que decir, pero por favor tomen asiento.

ATRAPADAS EN LA PENUMBRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora