ATRAPADAS EN LA PENUMBRA

Capítulo 49

Capítulo 49

En el reino de los Draigmen, la noche de celebración organizada por el rey Donghae para anunciar su compromiso con Tiffany fue un evento que dejó una marca indeleble en la memoria de todos los presentes. La noticia del enlace no fue recibida inicialmente con gran entusiasmo por parte de los Draigmen, quienes expresaron sus preocupaciones acerca de aceptar a alguien de otra raza como futura reina.

El rey Donghae, sin embargo, mostró una firme determinación y, en un discurso ante su pueblo durante la celebración, dejó claro que Tiffany sería la futura reina, gustara o no a algunos. Ante la resistencia de algunos Draigmen, Donghae, con serenidad, pero con firmeza, les recordó que, si no estaban de acuerdo con su elección, tenían la opción de partir.

Esta declaración, aunque contundente, tuvo el efecto deseado. Ante la perspectiva de abandonar su hogar, los Draigmen comenzaron a reconsiderar su posición. Sabiendo que las palabras del rey Donghae era inquebrantable, muchos optaron por aceptar la situación. La noche de celebración continuó, y a medida que avanzaba, las tensiones se desvanecieron.

Tiffany, consciente de las circunstancias, observó la situación con paciencia y respeto. Aunque no había tenido que realizar ningún gesto particular para ganarse el corazón de los Draigmen, su actitud serena y su respeto hacia las tradiciones del reino gradualmente contribuyeron a su aceptación.

Así, la noche de celebración concluyó de manera más armoniosa de lo que algunos habían temido inicialmente. Aunque algunos Draigmen aún mantenían reservas, la firmeza del rey Donghae y la presencia serena de Tiffany allanaron el camino para la aceptación de su compromiso.

Donghae se despertó con la suave luz que filtraba a través de las ventanas. El alba había llegado, pero en aquel mundo de penumbras, la luz del día no era tan vibrante. Al volverse, notó que Tiffany estaba de pie junto a la ventana, perdida en sus propios pensamientos mientras observaba el paisaje sombrío.

— Buenos días, mi amor. ¿Qué es lo que captura tu atención en esta mañana?

Ella se volvió hacia él, con una expresión pensativa en sus ojos.

— Es solo que... la luz aquí es diferente. Aún me estoy acostumbrando pese a que ya llevo tiempo en este lugar.

Donghae se acercó a ella.

— Sí, es cierto. Nuestro mundo puede parecer un tanto oscuro, pero tiene su propia belleza única. Puedo mostrarte lugares que resplandecen incluso en la penumbra.

Ella asintió, apreciando la oferta.

— Lo sé, Donghae. Es solo que mi corazón aún se ajusta a esta realidad. Todo es tan diferente aquí.

Donghae la envolvió con sus brazos, reconociendo la melancolía en sus palabras.

— No te preocupes, mi amor. Estoy aquí para ayudarte a adaptarte, para hacer de este reino tu hogar. Juntos, encontraremos la belleza en cada sombra y haremos que este lugar sea nuestro propio paraíso.

Tiffany sonrió, sintiendo la calidez reconfortante de las palabras de Donghae, pero aun así, no podía adaptarse a la idea de que de ahora en adelante toda su vida tendría que ver un paisaje así, es que no había vida, no había color, no había nada bello que mirar.

Tiffany sonrió, sintiendo la calidez reconfortante de las palabras de Donghae, pero a pesar de ese consuelo, aún se debatía en su interior. No lograba adaptarse completamente a la idea de que, de ahora en adelante, toda su vida estaría vinculada a un paisaje que carecía de vida, de color y de la belleza que solía ser tan familiar para ella.