Caminaba como podía con sus piernas nuevas, y a pesar de sentirlas como las suyas propias por la sorprendente ligereza por la que se movía, le estaban costando unos segundos más en reaccionar. Suponía que tenía que acostumbrarse a aquella nueva sensación. No recordaba mucho cómo era tener unas de verdad, porque nunca le había prestado atención a su propio cuerpo, pero era cierto que sentía como un pequeño calambre con las mecánicas. No era una sensación desagradable, y eso lo agradecía. En realidad, tenía muchísimo que agradecer, pero no fue capaz de hacerlo por culpa del miedo y la confusión.
Tampoco quería martirizarse por dejarse llevar por las emociones del momento. ¿Quién no estaría asustado en su situación? Valeria conocía muy bien el miedo, incluso ella misma se lo imaginaba como un ente que lo acompañaba. Su'har, una de las ciudades por las que se constituía Lottaine, nunca había sido un lugar seguro, y menos tras estallar la guerra civil. Su padre, que tuvo que partir para luchar por la vida de su familia, comentaba por lo bajo con su madre que todo había sido culpa del presidente y que por eso se levantaron los grupos rebeldes que estaban en contra de su nación.
«Volveré sano y salvo. Te lo prometo, mi pequeña Valeria», le decía mientras le besaba la frente antes de dormir, con el uniforme militar puesto y con una escopeta en la espalda. Pero ella sabía que no iba a salir bien. Desde aquella partida siempre tuvo una especie de cosquilleo incómodo en el estómago que le decía que algo iba a pasar.
Y así sucedió.
A los días, su madre recibió una carta anunciando la muerte de su padre. Pero la tristeza no duró demasiado en la casa, porque a los dos días la asaltaron y acabaron con su vida. Ella también estuvo apunto de morir. La descubrieron escondida debajo de la cama abrazando a uno de sus peluches favoritos pero, para su suerte o desgracia, le habían perdonado la vida a cambio de unirse a una red de prostitución infantil fuera del país. Ella no entendía nada. No le decían con claridad dónde la habían metido. Pero no estaba sola.
En aquel antro maloliente también habían niñas de su edad y un poco más mayores. A todas ellas les faltaba el brillo de los ojos; señal de que habían perdido casi por totalidad su humanidad. Muchas de ellas estaban desnutridas, otras tan enfermas que apenas eran capaces de sostenerse en pie solas.
«Estoy bien».
Eran las dos palabras que más se repetían. Dos palabras que disfrazaban el evidente malestar. Sus cuerpos estaban también llenos de magulladuras hechas por aquellos hombres que las acompañaban. Sin embargo, parecía que conservaban un rayito de esperanza. Estaban muy unidas entre todas.
Todas, excepto ella.
Ella no quería fingir que todo estaba bien. No quería aceptar que aquella era su nueva vida. Detestaba ver cómo los rebeldes se paseaban a las demás niñas entre ellos. Y, sobre todo, detestaba cuando le tocaba a ella.
Tuvo miles de oportunidades de matar a más de uno. Eran tan imprudentes que se dejaban las armas a un lado.
«Puedo matarlo», pensaba, «Tan solo tengo que coger la pistola, apuntar a la cabeza, y correr».
«Puedo matarlo».
Y cogía la pistola con sus dos manos, temblorosa, con el vestido sucio y desgarrado, y con los ojos cargados de lágrimas.
«Puedo matarlo», repetía, «Voy a matarlo», decidía.
«Tengo que matarlo», se ordenaba a sí misma.
Y apuntaba justo a la cabeza.
«Voy a...»
Pero había bajado la pistola.
«No puedo hacerlo», concluía.
Y así pasaron dos años más, en una encrucijada mental, planeando en su cabeza una posible huida y sus posibles consecuencias. Por mucho que intentase trazarlo, siempre quedaba un cabo suelto. Incluso se había planteado quitarse ella misma la vida como otras de sus compañeras hacía porque, según ellas, «no podían más». ¿Y eran las mismas que decían que estaban bien? ¿Era acaso «estoy bien» un mensaje en código? ¿Una llamada de atención? ¿Un pedido de ayuda? Si fuese el caso, ojalá lo hubiera sabido.
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Mar de Niebla (COMPLETO)
Science Fiction✨️PRECUELA DE MAR DE COBRE.✨️ Jade es le menor de los hermanos Kumari y no tiene un puesto tan importante como su hermano mayor, Yamir Kumari y futuro príncipe heredero del reino de K'haem. Siempre busca algo nuevo con lo que entretenerse. Un día, g...