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|PRESENTE|

Hyunjin camino alrededor del pequeño riachuelo, en dónde habían aquellos maravillosos dorados y muy pequeños peces Koi, se agachó delicadamente y metió la punta de dos de sus dedos en el agua, haciendo que inmediatamente los peces nadaran hasta ellos

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Hyunjin camino alrededor del pequeño riachuelo, en dónde habían aquellos maravillosos dorados y muy pequeños peces Koi, se agachó delicadamente y metió la punta de dos de sus dedos en el agua, haciendo que inmediatamente los peces nadaran hasta ellos...

—¡Señorito Hwang!

Hyunjin se dió la vuelta rápidamente y vio a una de sus siervas acercarse de manera apresurada.

—¿Qué hace?—Dijo la señorita con voz entre cortada—No debería estar aquí, es muy tarde y si la Reina se entera de que ust...

Hyunjin sin dirigirle la palabra se levantó mientras se daba la vuelta y se dirigía a la entrada del palacio.

La sierva solo no dijo nada y fue detrás de él.

—Iré a dormir, no necesito que me persigas—con un tono autoritario exclamó, y empezó a subir las escaleras que lo guíaban a su recamara.

La sierva paró en seco y Hyunjin finalmente termino de subir las escaleras para entrar a su habitación.

Cómo normalmente lo hacía, hizo a un lado las cortinas de uno de sus ventanales y miro aquel cielo tan oscuro y brillante como sus ojos..

—Hoy a la vista hay más de 100 estrellas...

Luego de unos minutos admirando al cielo, viendo su frescura he inmensidad decidió dormir.

Se cambió y acostó en su gran cama, que a pesar de ser sumamente cómoda y extensa, no alcanzaba a hacer que él conciliará el sueño.

—¡Agh!—Hyunjin tiró una de sus almohadas al suelo mientras se levantaba—No puedo dormir, esto es lo peor..

Hizo un leve puchero mientras veía el ventanal descubierto y el cielo brillante por tantas estrellas, todo en su máximo esplendor. Esa noche se veía más mágicas que muchas otras.

«Esto es definitivamente muy estresante» pensó y acerco sus piernas a él para abrazarlas. «Es el único termino que leí que he logrado sentir este año...»

Hyunjin, el primogénito hijo de los reyes de altanasia, el príncipe heredero..

Aquel chico que acababa de cumplir 23 años que a pesar de elló, todo lo que imaginaba y conocía era gracias a los libros que milagrosamente obtuvo. A pesar de tener 23 años, no podía entrar a las juntas del reino, no podía ver a alguien que no fueran sus sirvientes o padres y mucho menos salir del palacio.

Todo lo que sabía se debía a los libros.

A pesar de que esté sería el futuro rey, no sabía cómo manejar un reino, porsupuesto, pues no sé le permite nisiquiera salir del palacio..

Había leído tantos..tenía toda una gran biblioteca repleta de ellos, libros de sirenas, novelas, magia antigua, matemáticas de códigos sagrados. Los libros le otorgaban toda la sabiduría que el requería..

𝐶𝑜𝑛𝑡𝑎𝑛𝑑𝑜 𝐿𝑎𝑠 𝐸𝑠𝑡𝑟𝑒𝑙𝑙𝑎𝑠. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora