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Minho, ahora se había unido a aquel grupo. Batallando contra su madre. Solo que como ella había vuelto, él ya no poseía ningún poder sobre las criaturas, y por ello fué aún más difícil.

Han se encontraba herido, tenía una quemadura en su brazo y estaba lo suficientemente debilitado como para crear más de 5 sombras. Seungmin aún cortaba y destilaba con precisión, pero a costo de su energía vital. Felix y Jeongin eran protegidos al igual por Han y Seungmin.

Christopher sentía espasmos en su corazón, aunque eso no fue suficiente para derribarlo. Había abusado de la energía de su marca, y por ellos está le robaba de la suya en grandes cantidades. Aún así seguía luchando contra la Dama.

Minho, lanzaba hechizos a su madre, los primeros golpes que recibió habían herido su cuerpo, que con más tiempo pasaba parecía sangrar y desvanecerse más.

A medida que la batalla se intensificaba, Hyunjin se dio cuenta de que la única forma de derrotar a la Dama Camellia era sacrificándose. Su conexión con la luna le otorgaba un poder inmenso, pero también sabía que usarlo todo en un ataque final le costaría la vida. Con el corazón pesado, tomó su decisión.

—Chris, debes proteger a los demás—dijo Hyunjin, su voz firme pero cargada de emoción—. Este es mi destino.

Chris intentó protestar acercándose para evitar cualquier cosa que haría Hyunjin, pero Hyunjin lo detuvo con una mirada.

—Te amo, Chris.

Han al ver esto, corrió hacia Hyunjin pero la enorme energía que emano de él lo tumbó. Sus ojos llenos de lágrimas y su mente negando con Fuerza.

—¡Hyunjin, no!—Grito Chris, intentando acercarse pero no servía de nada, la energía también lo derribaba. Sentía su corazón doler y largas y finas lágrimas salir de sus ojos.

Seungmin quiso acercarse pero el efecto fue el mismo, todos desesperados por evitar lo inevitable.

Hyunjin se despidió de sus amigos, sus palabras llenas de amor y gratitud. Luego, con una última mirada a Chris y un susurro...

—Te amo—...canalizó toda su energía lunar en un ataque final.

La luz de la luna se concentró en Hyunjin, envolviéndolo en un resplandor cegador. Con un grito, lanzó su ataque hacia la Dama Camellia. La explosión de energía fue tan intensa que el suelo tembló y el aire se llenó de un brillo deslumbrante. La Dama Camellia gritó de dolor mientras su forma se desintegraba, destruida por el poder de Hyunjin, por el puro poder que contrarresta el mal.

Cuando la luz se desvaneció, Hyunjin cayó al suelo. Chris corrió hacia él, sus lágrimas cayendo sobre el rostro de Hyunjin.

—No... Hyunjin, no...—, susurró, su voz quebrada por el dolor.

—Te volveré a ver—Hyunjin alzó su mano, y tocó el rostro de Christopher—Solo, debes contar las estrellas... estaré en cada momento.

Y con eso, empezó a desvanecerse. Cómo si se lo fuera llevado la luna, Christopher negaba y tomaba todo lo que comenzaba a desaparecer, todos los recuerdos, en la playa, la cabaña, su primer beso y sus jugueteos en la sala habían llenado su mente. No quería perderlo, no podía simplemente perderlo, se negaba rotundamente a hacerlo.

Está misma luz, afecto a Minho, quién se encontraba en el suelo, sintiendo su respiración pesada, la energía de Hyunjin lo había afectado, dado a qué él es parte de todo lo que su energía destruyo.

Jeongin se arrodilló a su lado, y le tomo de las manos.

—Minho, no te vayas... por favor —sin saberlo, lágrimas caían de sus ojos—Se que puedes cambiar, puedes empezar de nuevo.

𝐶𝑜𝑛𝑡𝑎𝑛𝑑𝑜 𝐿𝑎𝑠 𝐸𝑠𝑡𝑟𝑒𝑙𝑙𝑎𝑠. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora